Ministro descarta provocar lluvia artificial porque el efecto es mínimo
Después de que el gobernador Iván Canelas anunció que gestionaba un bombardeo de nubes para provocar lluvia artificial en La Angostura y Misicuni para mitigar la sequía, ayer el Ministro de Medio Ambiente, Carlos Ortuño, descartó la posibilidad.
Ortuño justificó la determinación al indicar que en la zona de la represa Misicuni no falta agua y que ha llovido dentro de los parámetros normales.
Explicó que de 37 millones de metros cúbicos (m3) acumulados sólo se han consumido 2 millones, debido a que aún no hay ductos para transportar agua para consumo humano a los municipios de la región metropolitana.
En el caso de la represa de La Angostura la posibilidad también fue desechada, porque explicó que la temporada no es apta –no hay tanta nubosidad- y aseguró que la cuenca es muy amplia y el agua no se infiltraría al embalse.
“La Angostura es una cuenca muy amplia, cualquier lluvia no generaría escurrimiento, no hay efectividad, no es pertinente”, declaró.
La situación de La Angos es crítica debido a que esta gestión acumuló sólo el 7 por ciento de su capacidad total de 75 millones de millones de metros cúbicos (m3).
Nivel disminuyó
Hasta octubre, el embalse tenía 6,1 millones de m3, lo que significa una altura de 55 centímetros. Con ese nivel las lanchas ya no pueden navegar. El Ministro justificó la determinación de no bombardear las nubes en la zona de La Angostura al indicar que todas las lagunas tiene un ciclo, por lo que, es “lógico que el embalse tenga poca agua” en esta temporada.
“Las represas tienen un ciclo anual es obvio que La Angostura tenga un caudal bajo. No hay que asustarse, porque es un periodo cíclico. Si estaríamos en diciembre y no tendríamos lluvias sí tendríamos que preocuparnos”, argumentó Ortuño.
Vuelos
Cada vuelo para un bombardeo de nubes tiene un costo de entre 10.000 a 8.000 dólares, que es por los gastos de operación y los cartuchos de yoduro de plata que se usan para generar la lluvia.
El 2015 y 2016 fueron años secos con precipitaciones por debajo de lo normal.
Sistema de riego
La Angostura se inauguró en 1945 para acumular agua y así regar 4.800 hectáreas de cultivos de 5.000 afiliados que se encuentran en los municipios de Cercado, Quillacollo, Tiquipaya, Colcapirhua y Vinto.
Cada año, la presa acumula menos cantidad de agua, lo que ha causado problemas entre regantes y pobladores que se dedican al turismo. El conflicto se avivó en 2016 entre ambos sectores. Ese año se acordó que los regantes dejarían 70 centímetros de agua para el turismo.
La falta de agua para riego durante dos años consecutivos ha provocado que los agricultores del valle bajo y central busquen otras alternativas como usar agua contaminada del río Rocha para regar sus sembradíos de alfalfa y otros.
CONSTRUYERON NUEVAS REPRESAS
En los últimos años se construyeron alrededor de La Angostura siete represas pequeñas que han disminuido los ingresos de agua.
Los embalases construidos son: Yunko Toqui, en Tolowani, en el municipio de Sacabamba; Totora Khocha, Muyu Loma y Llusko Khocha en Tiraque; Laka Laka en Tarata y Kangani en Arbieto, informó el director de Cuencas de la Gobernación, Enrique Soria.
Todas estas presas afectan directa o indirectamente en la entrada del flujo de agua a La Angostura.
Ante la poca cantidad de agua que se acumula cada año, los pobladores de la zona piden que la presa sea sólo turística y no se use para regar los cultivos en los municipios de Cercado, Colcapirhua, Quillacollo y Vinto, en el valle central y bajo del departamento de Cochabamba.