Hay 12 casas de reposo en el eje, la mayoría particulares
“Aquí yo vine solita, sin que nadie me traiga”, contó ayer Amalia Mendoza, mientras descansaba en una amplia habitación en el hogar para adultos mayores San José. A su alrededor, decenas de abuelas conversaban alegremente. En un jardín, algunos descansaban y recibían visitas.
Al menos 140 adultos mayores viven en el hogar San José. Aunque algunos llegaron por circunstancias imprevistas, otros, como Amalia, llegaron por decisión propia.
“La mayoría está contenta aquí, recibe mucha atención y cuando uno de ellos no está de acuerdo no se permite que se los deje a la fuerza”, dijo la vicesuperiora sor Alicia Jaimes, del hogar San José.
Desde 2014, el Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de la Gobernación registró 12 casas de reposo que reciben a adultos mayores. Dos de éstas, San José y El Buen Pastor son de convenio, Caramarca es pública y las nueve restantes, privadas. (Ver infografía)
En tanto, Sedeges exige la documentación de identidad e historial médico de cada interno según la Ley Departamental 294. Además, el informe de la evaluación psicológica de todo el personal, entre otros requisitos, según mencionó el responsable de la Dirección del Adulto Mayor del Sedeges, Pablo Vargas.
En el municipio de Cercado existen 70 mil adultos mayores. En tanto, Cochabamba concentra el 16 por ciento de la población mayor de 60 años del país.
Los públicos y de convenio no cobran los ingresos y se rigen sólo por aportes voluntarios, en tanto lo privados llegan a cobrar entre 4 a 7 mil bolivianos al mes por el alojamiento, alimentación, atención médica y otros servicios.
La oferta de estos sitios se diversifica cada año. Se dan realizan sesiones de zumba, karaoke, fisioterapia, acupuntura, florería, entre otros. Esto hace que muchos ancianos se sientan más cómodos en el lugar.
“Desde el momento que entre aquí, me atendieron muy bien, si no encontré familia afuera, aquí adentro pude conocerla”, relató Orlando Zapata, durante una sesión de fisioterapia en el asilo San José.
Decisión
Internar a una madre o a un padre en una casa de reposo u hogar no es una decisión fácil. Aunque muchos perciben esta idea como algo negativo, otros optan por esta por petición de los propios padres o por falta de tiempo para dedicarles.
“Yo le pedí a mi hijo que me dejara ingresar aquí, pasé 15 días en su casa y no pude más, las personas mayores necesitamos descansar y aquí me siento tranquila”, expresó Amalia de 92 años.
El médico geriatra Óscar Villagra mencionó que antes de tomar la decisión de internar a un familiar en un hogar se debe hacer una evaluación médica previa que determine si existen condiciones saludables y de independencia para estar en el centro.
“Lo recomendable es un control previo y, tratándose de personas que tienen una enfermedad terminal, no se debería pensar en dejarlas en un hogar, porque es cuando más necesitan de compañía”, recalcó.
Asimismo, manifestó la importancia de seguir visitando a los ancianos en el hogar. “Si se cuida su estabilidad emocional, se mantendrán saludables; si se los abandona, enfermarán rápidamente”, dijo.
OPINIONES
"Yo no pensaba venir aquí, pensé que vivir con mi hijo era lo mejor, pero necesitaba más tranquilidad. Aquí me siento contenta y cuando me visitan soy más feliz". Amalia Mendoza. Residente en Hogar San José
"Muchos de los ancianos llegan con riesgo de abandono y con el tiempo son abandonados, las familias ignoran lo importante que es que vengan a verlos". Mileda Acosta. Voluntaria Hogar San José