Baja asistencia de espectadores y “baches” marcan el Corso 2018
Carmen Challapa y Roger Medina
Luego de haber sido postergado dos veces, el Corso de Corsos se realizó ayer con menos brillo que años anteriores, marcado por una caída en la asistencia de turistas nacionales, extranjeros y una disminución en la venta de las graderías en todo el recorrido, informaron ayer vendedores y comerciantes consultados por este medio.
Inicialmente, la entrada debía realizarse el 17 de febrero, pero las explosiones en el Carnaval de Oruro y los desastres naturales en Tiquipaya hicieron que autoridades municipales de Cercado reprogramen el evento para el 10 de marzo. El “banderazo” por la reivindicación marítima fue la causa para la segunda suspensión hasta el 17 de marzo.
Por su parte, la ministra de Culturas, Wilma Alanoca, sostuvo que las lluvias y los problemas que azotaron a la región afectaron la normal afluencia de espectadores del Corso de Corsos, en referencia al aluvión registrado el 6 de febrero en Tiquipaya que provocó la muerte de cinco personas.
Los vendedores de graderías y sillas instalados en inmediaciones de las avenidas Ramón Rivero, Oquendo, San Martín y Heroínas indicaron que bajaron los costos de los espacios por la “escasa” demanda de personas, según constató Los Tiempos durante un recorrido realizado al promediar las tres de la tarde de ayer.
“Estuvo realmente muy vacío, no hay gente, no hay público los asientos quieren ya también muy regalado. Realmente este año es una pérdida para nosotros”, explicó la vendedora Italia Rodríguez, que ofreció espacios a 20 metros del palco oficial instalado en la avenida Oquendo.
Según la disposición de la Alcaldía de Cercado, los asientos no deberían haber superado los 80 bolivianos; sin embargo, los comerciantes ofertaban espacios hasta en 110 bolivianos. A pesar de ello, señalaron que debieron rebajar hasta en un 50 por ciento.
“Antes reventaba, a esta hora era todo lleno. No he visto turistas de otros departamentos tampoco. Los cambios de fechas han perjudicado, varia gente venía del exterior para el Corso pero ya no, se han ido también porque mucho tiempo lo retrasaban”, dijo Carla Solis, vendedora de graderías de la avenida Ramón Rivero.
Mientras tanto, los asistentes a la entrada consultados por este medio criticaron los “baches” entre las fraternidades que alcanzaron a superar espacios de una hora.
Carlos Vargas, espectador que compró una silla en la plaza Colón, calificó al Corso de Corsos como una entrada “triste y muy apagada”.
“No hay alegría de las fraternidades y estamos atemorizados por lo que comentan en las redes sociales de una posible explosión como lo que pasó en Oruro. La gente tiene miedo”, afirmó.
A su turno, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, descartó eventos similares al registrado en Oruro.
“Creo que (la baja asistencia) tiene que ver con las postergaciones que ha habido. Desde el primer momento le dijimos Alcalde que la seguridad la garantizábamos nosotros, lo de Oruro fue un hecho aislado, no hay por qué temer, me parece muy mal gusto que alguna gente se dedique a generar psicosis colectiva”, dijo Romero.
Ante el desempeño percibido por asistentes y comerciantes, la ministra Alanoca afirmó que se debe pensar en tomar medidas para fortalecer el Corso de Coros de la siguiente gestión.
“En 2019 tengamos que hacer un relanzamiento, un mejor fortalecimiento del Corso de Corsos porque tiene una magia increíble”, dijo.
Para ello consideró que se debe que conformar un comité de relanzamiento que permita articular el trabajo entre autoridades nacionales, departamentales y municipales.
MÁS DATOS
Baja el consumo de alcohol en el Corso
La intendenta municipal de Cochabamba, Luz Rojas, informó que el consumo de bebidas alcohólicas se redujo en comparación con la pasada gestión.
“Hemos decomisado cajas de cerveza, botellas de agua con singani, más de 17 botellas de trago, mismas que fueron desechadas de manera inmediata”, manifestó.
Manifestó que, con la ayuda de la Policía, se desalojó a las personas que se encontraban en estado de ebriedad de dos graderías que estaban a punto de colapsar por el exceso de personas anoche.
DETALLES
Decomisan juegos pirotécnicos
Anoche, una gran cantidad de juegos pirotécnicos fueron decomisados por miembros de la Policía, en un operativo coordinado por el subcomandante general de la Policía, Agustín Max Moreno. Los juegos pirotécnicos pertenecían a la fraternidad Caporales San Simón, detalló.
Agregó que el material decomisado fue remitido a la unidad de Bomberos de la Policía, para su posterior destrucción. “El uso de juegos pirotécnicos no está prohibido, el objetivo es evitar la susceptibilidad de la población, que teme que se ocurra el mismo incidente de Oruro”, dijo.
Fuerte dispositivo de seguridad en la entrada
La seguridad de las personas que asistieron ayer al Corso de Corsos estuvo a cargo de 3 mil policías desplegados en diferentes puntos del centro de la ciudad.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que desde tempranas horas de la mañana de ayer la unidad antiexplosivos realizó controles en todo el recorrido del Carnaval de la Concordia.
“Desde el primer momento le dijimos al Alcalde que nosotros nos haríamos cargo de la seguridad de este evento, y hemos cumplido este objetivo”, manifestó.
Operativo municipal
La secretaria de Seguridad Ciudadana y Movilidad Urbana, Velka Krellac, informó que movilizaron 3.500 personas (2.500 guardias municipales y 1.000 funcionarios).
Señaló que decomisaron dos camiones con bebidas alcohólicas que se encontraban a 100 metros de las graderías.
Las fraternidades fueron custodiadas por personal de seguridad privada contratado para el Corso 2018.