Denuncian falta de apoyo a familias afectadas por aluvión en Tiquipaya
COCHABAMBA |
A casi cinco meses de la tragedia ocurrida en el Distrito 5 de Tiquipaya que sepultó 122 viviendas, la asambleísta Lizeth Beramendi denunció que no existe apoyo a las familias damnificadas por el aluvión por parte de diferentes instituciones del nivel central y local.
"En el lugar no existe maquinaria ni del Ministerio de Obras Públicas ni de la Alcaldía. Los vecinos siguen pagando a privados para retirar los escombros", afirmó.
Tras una inspección al lugar, Beramendi detalló que los vecinos afectados se sienten abandonados y agregó que siete familias continúan viviendo en carpas porque no fueron aceptados en el plan de reconstrucción ofrecido por la Agencia Estatal de Vivienda por falta de documentación.
"Lamentamos que hasta hoy el Concejo Municipal de Tiquipaya no haya aprobado una norma que defina las franjas de seguridad por pugnas internas. La falta de esta ley está retrasando la elaboración de políticas de ayuda", afirmó.
Beramendi también cuestionó el trabajo de la Alcaldía, que en pasados días adquirió maquinaria por 12 millones de bolivianos.
"Esa maquinaria no está funcionando. El Municipio no está retirando los agregados. No hay obras de reconstrucción", manifestó.
Otro aspecto observado fue el destino de las donaciones. La asambleísta indicó que los pobladores no recibieron ni una bolsa de cemento de las 4 mil que donó la empresa Coboce.
"La Gobernación se comprometió a construir dos disipadores en río para evitar otra tragedia, pero hasta ahora no colocó la piedra fundamental", advirtió.
En respuesta, el director del Servicio Departamental de Cuencas de Gobernación, Enrique Soria, explicó que no se puede hacer trabajos en el río Taquiña por dos motivos.
“En la parte alta se necesita tiempo para el asentamiento de taludes, es inaudito pensar en este momento en hacer trabajo alguno”, aclaró.
Respecto a la construcción de dos disipadores en la parte baja, el funcionario precisó que en próximos días subirán al Sicoes el documento para la licitación del proyecto.
“No pudimos hacer el proyecto como se debería ser teóricamente porque no hay donde expandirse. Pretendemos instalar disipadores de 40 por 80 metros. Es difícil prever algunas obras de mitigación porque tienes a la gente viviendo casi en los bordes de las franjas de seguridad”, concluyó.