Conflictos políticos afectan preparación de fiesta de Urkupiña
Una de las prioridades del alcalde de Quillacollo Eduardo Mérida es trabajar para llevar adelante la fiesta de la Virgen de Urkupiña. Una vez restituido por una sentencia constitucional, indicó que comenzará con campañas de limpieza, mejoramiento de áreas verdes y algunas obras que ayuden a realzar la imagen de Quillacollo para el evento más importante de este municipio.
“Urkupiña es Quillacollo, una de las festividades religiosas que congrega a más de un millón de visitantes. Durante este lapso de mi suspensión ilegal, vemos que no se le ha dado la importancia que merece, contamos con la experiencia y le daremos el realce que corresponde”, manifestó Mérida.
Por su parte, el director de Cultura y Turismo, Rodolfo Medrano, informó que antes de la coyuntura política que atravesó el municipio durante casi un mes, se tenía previsto para el 27 de junio el lanzamiento oficial de Urkupiña 2018. Sin embargo, tuvo que ser atrasado, pese a que ya se contaba con un cronograma de actividades.
Sin embargo, la pasada semana el alcalde suplente, Zacarías Jayta, también hizo públicas las reuniones que mantuvo con la Asociación de Fraternidades y la Policía Boliviana que presentó su plan de seguridad.
Se anunció el despliegue de más de 8.000 policías de diferentes unidades del Comando. El plan comenzará a ejecutarse 15 días antes de la festividad y concluirá 10 días después de que acabe. Es decir, también estarán presentes en la entrada autóctona y Urkupiñita, además de las actividades centrales que comienzan con la entrada folklórica como la misa central y el Calvario.
La fiesta de la Virgen de Urkupiña está a un mes de celebrarse y los problemas políticos también están afectando los preparativos para el evento que paraliza prácticamente a todo el valle bajo.