Azul y blanco: cientos jugaron con nieve en las alturas
Decenas de familias se dieron cita el fin de semana en Morochata y los alrededores para gozar de la nieve que cayó en la cordillera del Tunari los últimos días.
Muy abrigados y, la mayoría, equipados con implementos para deslizarse, como bateas, lonas y neumáticos, dejaron salir su alegría y emoción con carcajadas y gritos al caerse, volcarse o simplemente al arrojarse bolas de nieve.
Muchas parejas enamoradas construían muñecos con lo que pillaban, para luego tomarse fotografías.
Entre las cumbre se veían pequeñas lagunas y, de cuando en cuando, contadas alpacas. En el lugar donde se sacaron estas fotografías, había más de mil personas que llegaron hasta allí en toda clase de motorizados para un domingo diferente, bajo un cielo azul radiante que recargó sus energías.
Menos positiva es la poca precaución de muchos conductores. Había más de 200 automóviles parqueados a los costados del camino. Y en ciertos lugares el espacio para circular era escaso. La manera de conducir de algunos era arriesgada, por la velocidad y la falta de respeto de las normas básicas de tránsito.
Ningún policía estaba allí para poner algo de orden, aunque cerca de las 16:00 una patrulla se instaló cerca de la tranca a pedir licencias.