Botó a su esposa a un pozo para que no se enteren que la mató
Durante dos años, José Carlos S. O. (41) hizo creer a toda su familia que su esposa Albina Sánchez (35) se había ido con otro hombre y lo había abandonado a él y a sus cinco hijos, pero el martes su mentira fue descubierta, cuando un obrero encontró los restos del cuerpo de la mujer en un pozo que limpiaba en una comunidad de Sacaba.
Hace dos años, la pareja vivía en la comunidad de Ucuchi a 400 metros de la granja. Pero el 13 de abril de 2016, el hombre mató a Albina y botó su cuerpo al pozo de la granja donde ambos trabajaban. Ese mismo día, a las 00:30, se presentó en la Policía para denunciar que su esposa lo había abandonado.
El martes, la Policía sacó todos los restos óseos de la mujer del pozo; el lunes sólo se había encontrado la parte del torso, una pollera azul, una blusa y un bulto. El hallazgo se realizó porque se realizaban trabajos en la granja para volver a operar.
El acusado y sus hijos, después de lo sucedido, fijaron residencia en Entre Ríos (Senda Seis). La Policía logró aprehenderlo el martes cuando se dirigía a Bulo Bulo. Ayer, tras la audiencia de medidas cautelares, se determinó su detención preventiva en la cárcel de El Abra, fue acusado del delito de feminicidio y se abstuvo de declarar, dijo el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Luis Choque.
Explicó que los vecinos y testigos declararon que la mujer sufría constantes agresiones físicas de su pareja. “Los parientes la veían casi siempre con el ojo morado, pero no lo han denunciado ante las autoridades”. “Tras la desaparición de la mujer, para toda la familia y para sus hijos ella se había ido y los había dejado”, dijo Choque.
Se presume que Albina murió por hemorragia a causa de golpes, también presenta traumas en el tórax. Sus restos son analizados en el IDIF de Coña Coña.
“Para toda la familia y para sus hijos, ella se había ido y los había abandonado”
LA POLICÍA LA BUSCÓ
Cuando su esposo reportó como desaparecida a Albina, su caso fue derivado a la División de Trata y Tráfico de Personas, que sacaron un panfleto con su foto reportándola como desaparecida. “Él vino a reportarla como desaparecida después de haberla matado y botado al pozo, y la Policía la comenzó a buscar”, dijo el comandante de la Policía de Sacaba, Óscar Ayala.
El funcionario policial desconoce si se realizó una inspección a su casa. “En esa época, yo no estaba como comandante”, dijo.
