Plan de Albarrancho llevó 7 años y “no se suspende”
El proyecto de ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales de Albarrancho, en el extremo sur, se elaboró en siete años con el liderazgo del Ministerio de Medio Ambiente a través de su instancia operativa y demandará 101 millones de bolivianos.
Por esos motivos, su implementación “no se suspenderá”, dijo ayer el secretario de Desarrollo Sostenible de la Alcaldía, Eduardo Galindo.
Añadió que extremarán esfuerzos para superar el conflicto con la Coordinadora de Medio Ambiente y Salud Vecinal (Comas-VA), que además de solicitar la mitigación ambiental demanda recursos para mejoras urbanísticas en compensación por los daños que han soportado 30 años.
Según Galindo, la ampliación “es un plan que va mejorar la vida de todos los habitantes”. Dijo: “Es un proyecto importantísimo que no se pude suspender, porque hacerlo atenta contra la salud de todo el municipio y de los mismos comunarios”.
El proyecto aumentará de 12 a 16 las lagunas de oxidación o maduración y la construirá 12 reactores RALF, un sistema que combina el tratamiento biológico anaeróbico con lagunas de estabilización y maduración. El proyecto es financiado por el Gobierno con un crédito de la CAF, la Gobernación, la Alcaldía y Semapa.
Los pobladores de Comas-VA piden recursos para obras en el barrio. Galindo dijo que se trata de pedidos que bordean los 50 millones de bolivianos, pero aún no cuentan con proyectos a perfil y diseño, por lo que piden trabajar primero en la identificación de estas obras y su sustento técnico.
Sin embargo, Semapa ha garantizado 40 millones de bolivianos para saneamiento básico en la zona.