Hacienda Kjarkas no cumple vocación ganadera de su título ejecutorial
Las tierras sobre el Parque Nacional Tunari (PNT) que fueron adjudicadas a la familia Hermosa actualmente no cumplen la función ganadera fijada en el título otorgado por el proceso de saneamiento.
De acuerdo a los documentos del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA), a los que tuvo acceso este medio, el terreno de la familia Hermosa que se encuentra en Chillimarca, sobre la cota 2.750, recibió su título ejecutorial en diciembre de 2013. Según refiere, la propiedad de 13 hectáreas es de tipo pequeña y de actividad ganadera.
Hoy, dentro de este terreno se ubica la hacienda Doña Elvira y el lote queda sobrepuesto a la franja de seguridad del río Chutakawa, que debería ser de entre 60 a 70 metros libres desde la orilla.
En suma, sobre esta zona, el Gobierno pretendía construir el teatro al Aire Libre La Concordia. Tanto en la hacienda como en los alrededores, se pueden observar viviendas de dos tres pisos de altura.
A pesar de que la familia Hermosa indica no haber vendido las tierras, los dueños de la urbanización que se creó en la zona, denominada Kjarkas, aseguran que los terrenos fueron ofrecidos por la familia de artistas.
Los terrenos de este asentamiento actualmente cuentan con 35 casas y tendido eléctrico.
En este contexto, la ambientalista Natalia Vega explicó que las construcciones y las viviendas en esta zona “altamente vulnerable” contaminan el suelo y el agua de esta reserva.
“Se supone que tengan todos su vivienda, pero hay que respetar las zonas de recarga y las únicas que tenemos para respirar un aire limpio”, dijo la experta.
Vega recordó que en la zona de la cordillera es donde se resuelven todos los movimientos climáticos, “se abre camino donde no se debe, se erosionan los suelos y ocurren los deslizamientos, es un ejemplo”.
Acotó que tanto el agua que baja de la cordillera como la que acoge al Parque Tunari, llega a las lagunas y forma un sistema, por lo que al afectar estos acuíferos también se afecta a los de la urbe.
Con los antecedentes documentales de importancia de la reserva, la dirección del Parque Tunari remitió al menos cuatro cartas al Ministerio de Medio Ambiente y Agua y al Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) rechazando el plan para construir el teatro al aire libre La Concordia, en dos ocasiones.
Según refieren los informes que datan de abril y de agosto de 2017, el 81 por ciento de la infraestructura que se pretendía construir sobre 46.000 metros cuadrados, cubrían completamente la superficie del parque con cemento, impermeabilizando el suelo.
El proyecto se encontraba sobrepuesto con las zonas 2 y 8 de la franja de seguridad y servidumbre ecológica, y el abanico aluvial, que se “caracterizan por ser los suelos de mayor recarga acuífera”, según explica la carta de rechazo que emitió la dirección del PNT.
En ese entonces, recomendó, por segunda vez, “desechar definitivamente el proyecto por los potenciales riesgos”. De acuerdo a las indagaciones del investigador de la facultad de Desarrollo Rural y Tierras de la Universidad Mayor de San Simón, Omar Vargas la cuenca del río Chutakawa está entre las clasificadas como en “situación grave”.
Estudio para teatro costó más que Plan de Manejo
La elaboración del estudio de diseño técnico de preinversión para la construcción del teatro al aire libre La Concordia, que resultó fallido, tuvo una inversión mayor en 218 mil bolivianos más que el Plan de Manejo del Tunari.
Para la elaboración del Plan de Manejo, que buscó emitir un marco para el respeto y la convivencia con esta reserva, se invirtieron 780 mil bolivianos. De acuerdo al exdirector del Parque Tunari, Carlos Espinoza, fue un gran esfuerzo lograr que se otorgue ese monto.
Sin embargo, la construcción del que iba a ser el mayor escenario para los artistas costó 998 mil bolivianos.
El Gobierno autorizó el desembolso del Tesoro General de la Nación.
El Decreto 2828 del 6 de julio de 2016 autorizó al Ministerio de Culturas incrementar el presupuesto para la “consultoría para construcciones de bienes públicos de dominio privado en 998 mil bolivianos (…) destinado a la elaboración del estudio de diseño técnico de preinversión para la construcción del teatro al aire libre”.
La obra iba a estar emplazada al borde del río Chukutawa y sobre el área forestal del Parque Tunari.
