Muere el perezoso Pancho, drama de especies en riesgo
Ayer, a un mes de su llegada a la Veterinaria Agroflori con un brazo y el ojo lastimados luego de ser atropellado, el corazón del oso perezoso Pancho dejó de latir. Su historia deja como lección las consecuencias de la invasión de hábitats y el tráfico de animales.
“Pancho fue portavoz de la realidad en nuestro país, de la invasión a los ecosistemas, de carreteras asesinas que existen y están por existir, de lo poco importante que es nuestra fauna boliviana”, dijo un comunicado publicado por el refugio Agroflori.
Una necropsia realizada a Pancho confirmó una meningitis bacterial en la parte interna de la órbita ocular que ocasionó un daño cerebral irreversible y su consecuente muerte. En respuesta, cientos de personas que siguieron de cerca la salud del perezoso luego de una primera operación expresaron su tristeza.
“Un ejemplo de una triste realidad. El desequilibrio que la acción humana causa en nuestro ecosistema en detrimento de otras especies y todo por la ambición descontrolada”, comentó una de las seguidoras, María Balderrama.
“Más del 70 por ciento de la flora y fauna nativa de Bolivia se encuentra dentro de las áreas protegidas que se encuentran amenazadas por proyectos que llevan como bandera del progreso, que es ir con carreteras que destruyen”, manifestó la socia del refugio, Soledad Vargas.
Biólogos y ambientalistas coinciden en que las áreas protegidas del Parque Carrasco y el Tipnis son las más afectadas por el avasallamiento de cultivos agrícolas y cocales.
“Se habilitan más cultivos y la gente necesita, junto con ellos, caminos. Se va generando una presión sobre las áreas protegidas, quedando pequeñas manchas boscosas que obligan a migrar a los animales”, comentó investigadora del Centro de Biodiversidad y Genética de la UMSS, Jenifer Cahill.
“Esta historia nos muestra que todo el procedimiento desde la prevención del tráfico de animales está mal (…) El Sernap es absolutamente incapaz en recursos humanos y técnicos en proteger tantas hectáreas”, mencionó el ambientalista Jaime Ponce.
DATOS
187 casos de animales rescatados por Pofoma. Un total de 154, de 187, fueron rescatados vivos. La mayoría de casos se trata de loros, con un número de 32.
Pofoma cuenta con sólo 10 efectivos. La Policía Forestal de Medio Ambiente cuenta sólo con 10 efectivos para la lucha contra el tráfico de animales en toda Cochabamba.
Áreas protegidas tienen sólo ocho guardaparques. La protección de miles de hectáreas de áreas protegidas está bajo resguardo de ocho guardias por parque.
CADA DÍA RESCATAN A UN ANIMAL DEL TRÁFICO SILVESTRE
REDACCIÓN CENTRAL
Según informes de la Policía Forestal de Medio Ambiente (Pofoma), desde enero del presente año hasta julio, se registraron 187 casos atendidos. De éstos, 154 fueron rescatados vivos, 27 derivados y seis disecados. Los casos más comunes son de loros, monos, lechuzas, tortugas.
“El delito no tiene límites (…) el contrabando ha optado por las rutas alternas que están deshabitadas y, al nosotros carecer de recursos, sólo podemos enfocarnos en los puntos más concurridos”, lamentó el director de Pofoma, Aldrin Cordero. Con un equipo de 10 personas y dos vehículos obsoletos, Pofoma debe luchar contra el tráfico de animales en todo el departamento.
“Este caso (del perezoso Pancho) es un producto del tráfico de animales. Ahora quedan los más profesionales en ese negocio y es difícil dar con ellos”, sostuvo el responsable departamental del Proyecto de Biodiversidad (ProBio), Omar Osco.