Una parte del agua de Misicuni se pierde y se contamina en el Rocha
El desfogue de agua de la represa de Misicuni, a la altura de la hidroeléctrica en Molle Molle, desde hace dos semanas hacia el río Chijllahuiri, que atraviesa los municipios de Tiquipaya, Quillacollo y Colcapirhua, provoca que una gran cantidad de agua que podría servir para consumo humano se desperdicie.
A esto se suma que el ingreso de agua a los canales provoca que varios sectores del río Rocha estén más contaminados por el aumento del caudal, sobre todo a la altura de Esquilán, en Quillacollo.
El desfogue es una medida hasta diciembre para evitar el rebalse de la represa debido a que no puede enviar agua para consumo por falta de ductos y de un plan de distribución en cisternas, como se hizo en los Juegos Suramericanos. La presa alcanzó el 70 por ciento de su capacidad.
El investigador Fernando Salazar calificó de un “crimen” al desfogue de la hidroeléctrica, ya que el líquido podría ser destinado a consumo humano. “La hidroeléctrica no tiene competencia para hacer uso o desfogar agua, los responsables de este crimen son los de Misicuni (…) se deben iniciar procesos por esto”, señaló Salazar al concluir una inspección en el lugar.
El gerente de Misicuni, Leonardo Anaya, justificó el desfogue como parte de las pruebas que realiza la hidroeléctrica y descartó el desperdicio. “Esto empezó hace dos semanas, se hicieron pruebas con ENDE y después se suspendieron hasta el sábado, cuando se empezó a desfogar mil litros por segundo, que se debe a que es una presa que se debe regular, debe subir y bajar”, señaló.
Detalló que de los mil litros por segundo, 700 son para Semapa y otros 300, para riego. Sin embargo, bajo aforos preliminares de un equipo que acompañó a Salazar, se identificó que el caudal liberado supera los 3 mil litros.
“De estos 3 mil litros, sólo 150 podrían ser aprovechados por los regantes a través de seis puntos de toma, lo demás es un desperdicio”, agregó Salazar. El asambleísta Eduardo Sarmiento anunció la solicitud de un informe al presidente de Misicuni, Jorge Alvarado. “Vamos a pedir que se hagan responsables de estos crímenes que son contra la población”, expresó.
INSTALARON CANALES PROVISIONALES
Ante la falta de ductos de distribución para riego desde la hidroeléctrica de Misicuni, los regantes instalaron canales con calaminas o acequias provisionales para dirigir el agua desembocada desde el río Chijllahuiri hacia sus cultivos. Pese a que el gerente de Misicuni, Leonardo Amaya, aseguró la coordinación previa con los municipios, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y el de Energía para el aprovechamiento del agua desfogada, los regantes consultados por este medio dijeron desconocer la medida.
NO EXISTEN PLAN DE DISTRIBUCIÓN
La falta de voluntad política y toma de decisiones a nivel municipal, departamental y central impidió la creación de un plan de distribución del agua acumulada en la represa de Misicuni. A la fecha, no existe un acercamiento entre Semapa y Misicuni para la aplicación de la propuesta del traslado de agua en cisternas a la zona sur de Cercado.
La generación de un plan es urgente, ya que la represa contiene 108 millones de m3 y los ductos para su distribución podrían tardar hasta tres años.