Adjudicaron paso que se desplomó con una convocatoria muy “frágil”
Mucho antes de que el paso a desnivel Independencia se desplomase, cada 14 de septiembre las autoridades presentaban el complejo de distribuidores vehiculares como la solución a las trancaderas.
En ese afán en 2012 se encargaron los primeros diseños al ingeniero Nelson Vega y un año más tarde la gestión de Edwin Castellanos encaminó la construcción de un paso similar a un puente colgante, apoyado en los extremos por dos rampas y sujetado por un sistema de anclajes.
En 2013 se lanzaron dos licitaciones. La primera por 9,9 millones de bolivianos y la segunda por 11,7, pero ninguna empresa expresó interés en adjudicarse la obra.
La indiferencia que mostraron entonces las constructoras llevó a que la Fiscalía afirme cinco años después que la convocatoria fue la fase más frágil del proceso de contratación, según la acusación presentada en abril y que está paraliza hasta que se resuelvan los incidentes planteados.
Los fiscales que indagaron el caso, Sandra Mamani, Gustavo Ardaya y Pablo Guzmán, cuestionaron que después de que la primera licitación se declaró desierta no se hayan elaborado informes para ajustar plazo, precio y términos de referencia que viabilicen la contratación en la siguiente convocatoria pública.
“Correspondía que la unidad solicitante analice las causas del por qué fue declarada desierta la primera convocatoria”, enfatiza la acusación. Tampoco se elaboraron informes de la segunda.
Luego, de dos convocatorias sin proponentes, la Alcaldía resolvió adjudicar la obra por excepción a la empresa Álvarez por ser la que tenía más experiencia en comparación con otras constructoras.
Con miras a la adjudicación por excepción en agosto de 2013 se modificó el proyecto cambiando la tabla de volúmenes, ajustando los precios y eliminando ítems para que sean ejecutados por el municipio. El contrato se firmó por 11,7 millones de bolivianos y un plazo de 300 días.
Ya en el proceso de ejecución se observó que la empresa no revisó el diseño. De acuerdo con el contrato se pueden hacer ajustes, pero al construir la obra ciegamente sin hacer constar sus reclamos o ver defectos la constructora puede convertirse en responsable de las consecuencias.
La investigación además concluyó que no existió una buena supervisión. Primero, porque se delegó esa tarea al mismo ingeniero que hizo el diseño, cuando hay una prohibición en el Decreto 0181. A ello se añade que el supervisor no trabajó con dedicación como preveía su contrato y encargó esta labor a otros.
Hay siete acusados, pero no hay fecha para juicio
A tres años del colapso del puente Independencia hay siete personas acusadas entre ellas el exalcalde Edwin Castellanos, el representante de la empresa Álvarez, el exdiseñador y supervisor de la obra Nelson Vega y otros funcionarios. Se espera que los incidentes del proceso se resuelvan para fijar fecha para el juicio que definirá el grado de responsabilidad de cada involucrado.
El informe preliminar de la Contraloría General del Estado das en el curso de la auditoría y analizadas en el informe legal, constituyen indicios de responsabilidad civil, solidaria de la empresa y del supervisor”. Se espera el dictamen final en un mes.
Por el momento, el daño económico se estima en 11,7 millones de bolivianos. Sin embargo, la empresa Álvarez sostiene que la plataforma del paso a desnivel se puede reponer con 2 millones de bolivianos y presentó una propuesta.