Literatura erótica: “Los deseos de Camille”
Entre los géneros que se encuentran todavía estigmatizados en nuestra literatura local, tenemos el erotismo. No me estoy refiriendo a una prosa pornográfica, ni tampoco su otro extremo, una narración rosa. Es más bien una fantasía sexual hecha palabras, a través de las cuales puedes ver, sentir y hasta oler, lo que el escritor pretende hacer imaginar. Un género picante, tal vez no para todos, pero ciertamente hermoso si se sabe lograr un equilibrio entre la realidad y los pensamientos inmersos en la lujuria.
Vanessa Giacoman, conocida escritora de terror y narrativa fantástica, también se ha atrevido a lanzarse con una obra perteneciente a este género. Estoy refiriéndome a “Los deseos de Camille”, una novela breve de 30 páginas.
La historia es narrada desde la perspectiva de un profesor de filosofía que se enamora de una de sus estudiantes, Camille. De acuerdo al prólogo hecho por el escritor Miguel Sequeiros, “representa una realidad disfrazada que mueve los cimientos morales de la sociedad”.
Estoy de acuerdo en eso, es un tema que muchas veces es abordado y de distintas maneras. La narrativa de Giacoman es poética y elegante, más no llega, en mi opinión, a explotar verdaderamente la esencia del erotismo. Es una obra que bien podría expandirse, enriquecerse con algo más de diálogos, descripciones, reflexiones.
Entiendo el objetivo de la autora y su mensaje final, no obstante, creo que eso le ha limitado bastante en cuanto al potencial de la obra. Al final no impacta tanto como debería, a mi manera de ver, una historia erótica, ya sea con sus escenas calientes como en su trama.
Tiene talento, sin duda. Es hábil en la escritura y desde luego, su calidad literaria está presente, como en el resto de sus obras. Vanessa es una estupenda escritora en el género del terror y de la fantasía, de los que tiene abundantes trabajos. Al ser “Los deseos de Camille” su primera obra de literatura erótica, es necesario recalcar el coraje que tuvo para incursionar en este nuevo tipo de escritura.
Me gustaría felicitarla por eso, porque es difícil adentrarse en temas que se consideran tabú o que la mayoría de la gente teme porque no los entiende. Hay todo tipo de libros, sé de otros que pertenecen a este género tan polémico que son malos desde el título. También hay que saber elegir con criterio, sobre todo en este tipo de literatura. No es leer por leer nada más.
