Tarata luce veintidós grandes esculturas
Javier Hurtado Yáñez *
La colonial Tarata fue sede de la V Bienal de Arte de Escultura en Piedra durante la semana que culmina hoy con la entrega de premios y el reconocimiento a los escultores, que, además de Bolivia, provienen de Austria, Argentina, Bélgica, Brasil, Chile, México, Perú y Uruguay. Días intensos, de intimidad, compañerismo y competencia también, los que vivieron los 22 artistas que representan a los nueve países mencionados líneas arriba. La bucólica tranquilidad de los tarateños se vio abruptamente cortada con la irrupción de un grupo extraño pero cálido y dispuesto a retribuir con creces la incomodidad. Lo hicieron con lo que mejor saben, convertir lo amorfo e inerte en arte vivo, figurativo o abstracto, conceptual o surrealista. Las monumentales obras de arte talladas en piedra se quedarán en Tarata como testimonio del paso de la bienal y el cariño de los artistas, nacionales o extranjeros con uno de los pueblos más emblemáticos del valle alto y de Bolivia, por toda la historia que guardan sus calles, casas y sus habitantes. Precisamente, entre los personajes que nacieron o recorrieron su territorio podemos mencionar al prócer Esteban Arze y a los expresidentes Mariano Melgarejo y René Barrientos Ortuño. Tarata, en la época colonial y los primeros años republicanos fue un centro importante en los menesteres político-administrativos y en la actividad religiosa. Esta ciudad fue elegida sede de la Quinta Bienal de Arte Escultórico en Piedra.
Con el apoyo del Centro Simón I. Patiño y la Gobernación de Cochabamba, la coordinación general de la Bienal se contactó con dos municipios, Aiquile y Tarata.
La organización eligió Tarata, debido, a que este municipio cumplía con los requisitos indispensables para ser sede de la V Bienal de Arte, explicó el Director del Museo Nacional y Coordinador General, Óscar Mattos. Actividades como la Bienal permiten, reflexionó Mattos, el intercambio de experiencias de artistas bolivianos con sus pares del exterior, que además de compartir técnicas y novedades, se constituyen en nexos para futuras presentaciones de artistas plásticos, en este caso, escultores, en otros países, de la región o Europa. “Por eso, pese a los escasos recursos no escatimamos esfuerzos para brindar nuestro concurso a este tipo de actividades culturales. Ahora recibimos el apoyo de la Fundación Simón I. Patiño para la compra de ropa. algunos equipos imprescindibles, además de correr con los gastos de la convocatoria y publicidad “, acotó Mattos. Además, a cada artista participante se le proporcionó un ayudante local y se les entregó dinero a modo de viáticos. Al respecto, extraoficialmente se conoció que entre el Museo, el municipio de Tarata y otras instituciones, se distribuyeron los costos --unos 30 mil dólares aproximadamente--, que demandó la preparación, organización y desarrollo de la V Bienal que culminó hoy en Tarata. Mattos sostuvo que la presencia de los artistas, especialmente del exterior, se debe más a las ganas de conocer el país, confraternizar con la gente y no por dinero, por lo que cualquier gasto es poco, frente a las ventajas que otorga a los lugares y países en los que se desarrollan las bienales. En el lapso de una década se llevaron a cabo cinco bienales en el país, Tiawanacu, Tupiza, Tarija, Samaipata y este 2016, Tarata. El próximo encuentro Bienal de Arte de escultura en Piedra será en Comanche, del departamento de La Paz. Las 22 esculturas serán entregadas al municipio de Tarata, en una ceremonia especial.
*El autor es periodista.
OPINAN ALGUNOS DE LOS ESCULTORES DE LA V BIENAL
KATHERINA MÖRTH DE AUSTRIA
Es la primera vez que llego a Bolivia, me gusta mucho todo lo que he visto hasta el momento; el ambiente es agradable y la gente amable, nos dijo Katherina Mörth, oriunda de Austria y que lleva más de 20 años en campo artístico, primero como pintora y ahora como escultora. El tallado permite trabajar diferentes materiales como la madera, el acero o la piedra, como en este caso, nos dice Katherina. Sobre la obra que legará a Tarata, dijo que se trata de una escultura abstracta. “Quiero jugar con la forma de la piedra”, dijo Katherina esbozando una sonrisa.
CLAUDIA DÍAZ DE ARGENTINA
Tucumana de nacimiento, Claudia Díaz nos dice que lleva toda una vida en el arte. “Comencé a mis cinco años con pintura, al óleo, acrílico y luego pasé a modelar en arcilla al tiempo que hacía murales. Pasé a tallar en madera y viendo como se tallaba en piedra, dije que quería tallar en este material. Claudia dice que sin querer expone el espíritu de su tierra y de su gente, fuerte y generosa. En cuanto a su obra explicó que tiene un estilo conceptual, se llama “Emergente”, “como un signo de esperanza, para surja la paz, la concordia, pensando en la guerra en Siria”.
FLAVIO OCHOA COMANCHE, BOLIVIA
“Vengo de una familia de canteros en mi tierra natal, Comanche”, explica Flavio Ochoa, un hombre que en los hechos vivió entre piedras. Es quizás uno de los escultores bolivianos más reconocidos en el exterior. En Corea del Sur dejó una escultura en piedra, en la que esculpió una copia de una balsa de totora que surcó los mares. Explica que la piedra que le tocó trabajar en Tarata tiene características de dócil, “es arenisca roja, la más dura es el granito”, agrega. En cuanto a la obra que esculpió es de estilo figurativo. Se trata de la cabeza de Melgarejo.