Balsa de totora pretende navegar hasta Australia
La Paz |
“Viracocha III”, llamado así el enorme barco construido con 18 toneladas de totora, pretende cruzar el Océano Pacífico, desde Arica hasta las costas de Sídney Australia, una travesía que le llevará por lo menos seis meses.
Con el ritual andino de k’hoa (sahumerio) e incienso, fue despedido ayer el “Viracocha III”, un barco hecho de juncos de totora que prevé recorrer 18.520 kilómetros (10 mil millas náuticas).
La nave, de 18 metros de largo y 4,5 metros de ancho, “llevará un mensaje de paz e integración” en su recorrido desde el puerto chileno de Arica, de donde zarpará en marzo de 2017, hasta Australia, manifestó ayer el constructor aymara Erick Katari en la ceremonia realizada en La Paz con la participación del presidente Evo Morales y otras autoridades gubernamentales.
La inmensa embarcación hecha de juncos que crecen en las orillas del lago Titicaca, fue concebida por el biólogo estadounidense Phil Buck para demostrar que hubo migración ancestral entre los dos continentes y revalorizar la cultura indígena que habitó poblados lacustres.
“No es tarea fácil, es un gran reto”, manifestó Katari, cuya familia se dedica a construir este tipo de embarcaciones, a escala mucho más pequeña, para el uso diario de los pescadores del lago Titicaca.
En su discurso, Morales resaltó que la aventura propuesta es increíble y expresó sus dudas acerca de su éxito.
“Quiero ser sincero, tengo muchas dudas, (hay) mucho riesgo, pero celebro esta gran aventura, para recuperar las formas de integración de nuestros antepasados con una expedición de hermandad”, expresó el Mandatario, que ha seguido la evolución de su construcción desde septiembre pasado.
“Si llegan, será algo inédito, histórico”, agregó.
El “Viracocha III”, que tomó su nombre de una divinidad andina, “está llevando esa energía del lago Titicaca, esa energía de hermandad, de armonía, de felicidad; también de que el mar es de todos los pueblos mundo”, comentó el canciller David Choquehuanca, nativo de un poblado en las orillas del lago Titicaca.
Éste será el tercer barco de totora que desarrolla el expedicionario Buck, esta vez junto a 10 tripulantes.
El I navegó en el año 2000 desde el puerto de Arica hasta la Isla de Pascua y el II fue el primer intento de llegar, en 2003, desde el puerto de Valparaíso hasta Sídney, pero fracasó poco después de zarpar.
Ya en 1947, el noruego Thor Heyerdahl realizó el viaje desde puertos peruanos hasta el archipiélago Tuamotu, en la Polinesia, a 8.000 kilómetros de distancia, y el español José Kitín Muñoz atravesó con éxito el Pacífico en 1999 en una balsa de totora, desde Arica. La expedición de Buck tiene el mismo sentido que las travesías de Heyerdahl y Muñoz, que intentaron probar que hubo contacto entre los pueblos antiguos de América y Asia, a través del Pacífico, usando los mismos barcos de totora.
TOTALMENTE BOLIVIANA
La embarcación será trasladada en un camión, en las próximas semanas, hasta el puerto chileno de Arica para su terminación y de ahí partirá hacia Sídney, a donde prevé llegar en seis meses, con paradas en Mangareva, Tahití, Fiji y Nueva Caledonia.
El costo de la expedición ronda los 250.000 dólares y cuenta con el apoyo financiero de entidades de Estados Unidos, Europa y el canal estatal de Bolivia —Bolivia TV—, que realizará un documental con las tres expediciones dirigidas por el biólogo y aventurero estadounidense Phil Buck.
La balsa de 18 metros de eslora fue construida con la planta acuática extraída del lago Titicaca por los expertos artesanos aymaras de Huatajata y Suriqui, poblaciones ubicadas a orillas del lago. “Es una embarcación milenaria, que navegará los mares ancestrales”, manifestó Erick Katari, uno de los miembros de las familias que participaron en la construcción de la balsa.
“Es una embarcación que tiene identidad boliviana, porque la materia prima es boliviana, la mano de obra también es nuestra. Lleva por tanto la energía, la fuerza de nuestros pueblos”, destacó Katari.