ONU insta a no quedarse en palabras
La Paz |
A una década de la adopción de la histórica Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (13 de septiembre) y en ocasión del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que todavía hay por delante enormes desafíos, para que los Estados pasen de las palabras a la acción.
“Para terminar con la discriminación, la exclusión y la falta de protección, esto último se evidencia en el alto número de asesinatos de defensores de derechos humanos”, destaca el comunicado divulgado por el presidente del Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas, el Mecanismo de Expertos de la ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y la relatora especial de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas.
“La declaración, que llevó más de 20 años de negociaciones, es en la actualidad un modelo de progreso, un marco para la reconciliación y una referencia en materia de derechos”, reza el comunicado.
Los indígenas todavía soportan racismo, discriminación y un acceso desigual a servicios básicos, como atención médica y educación. Y en los casos en que hay datos, se ve claramente que siguen rezagados en muchos frentes, sufriendo un grado de pobreza desproporcionadamente elevado, menor esperanza de vida y peores resultados en materia educativa.
También la ONU da cuenta que los indígenas sufren dificultades por la pérdida de tierras y de derechos sobre los recursos, que son la base de sus estilos de vida y de sus identidades culturales.
“Y las mujeres indígenas sufren una doble discriminación, por su condición de mujer y de indígena. Suelen quedar excluidas de los procesos de decisión y de derechos sobre la tierra, y muchas son víctimas de violencia”, sostiene el organismo de las Naciones Unidas.
Los especialistas piden a todos los Estados que garanticen a las indígenas el pleno goce de sus derechos, tal como está consagrado en la declaración, y subrayan que sus derechos son una preocupación de todos.
El agravamiento de la situación de los derechos humanos en el mundo se hace patente en las condiciones laborales extremas y arriesgadas en las que trabajan los indígenas defensores de los derechos humanos.