La vivienda sigue siendo una gran demanda insatisfecha
Las casas son como el pan de cada día, son un artículo de primera necesidad. "Si hoy tuviese siete u ocho casas económicas, de alrededor de 35 mil dólares, las vendo hoy mismo", dice Miriam Suárez Oliva, gerente de Hábitat Bienes Raíces.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo el 66 por ciento de la población boliviana tiene casa propia, el resto, 44 por ciento, vive en alquiler, anticrético, cuidando casas ajenas o en una propiedad de un pariente.
Las opciones para tener casa propia en el país son muy pocas. En los últimos 10 años, la población ha crecido alrededor de dos millones de habitantes, de 7 a 9 millones aproximadamente; sin embargo, desde 1999 hasta 2005, los créditos para vivienda subieron de 2,2 millones de bolivianos a 3,9 millones de bolivianos; es decir, se incrementó del 7,6 por ciento al 15,9 por ciento de todos los préstamos que hacen los bancos.
Suárez señala que a pesar de que Cochabamba es la segunda ciudad más cara del país, después de La Paz, y por encima de Santa Cruz, la demanda para la compra de viviendas es de 10 casas económicas al día; es decir, aquellas que rondan entre los 35 mil dólares, que estén ubicadas con preferencia en la zona norte y que tengan ciertas comodidades y servicios.
En Cochabamba hay unas 400 empresas de bienes raíces que se dedican a vender y comprar propiedades, aunque apenas una decena de éstas está afiliada a la Cámara de Comercio con todas las de la ley.
Los precios de las casas en la ciudad no sólo dependen del valor catastral de los terrenos, sino de la ubicación de la casa o el terreno, si está en calle o avenida, al norte o al sur, si tiene todos los servicios o no, si está cerca de una vía principal. Todo importa a la hora de fijar el precio.
Suárez señala que es un mito que las casas del norte tienen un costo más alto que las del sur. "En La Cancha, en las calles Lanza o Punata, un terreno puede costar alrededor de 600 dólares el metro cuadrado".
Dijo que lo mismo sucede si un terreno está ubicado en las avenidas Panamericana, 6 de Agosto u otra principal, donde los terrenos tienen precios tan altos como los de las avenidas Libertador Bolívar, América y otras vías principales de la ciudad. "El Prado es otra zona cara. Allí los terrenos pueden tener el precio de hasta 500 dólares el metro cuadrado".
De igual manera, la gerente de Hábitat Bienes Raíces dijo que un departamento puede cotizarse en 400 dólares a 500 dólares el metro cuadrado en una zona comercial de la zona norte. Es así que hay departamentos de un dormitorio de 19 mil a 20 mil dólares, de dos dormitorios de 35 mil dólares y de tres dormitorios de hasta 50 mil dólares, según el lugar donde estén ubicados.
Los emigrantes compran casas
Los bolivianos que viven en España, Italia y Suecia son los mayores compradores de casas en Cochabamba.
Miriam Suárez, gerente de Hábitat Bienes Raíces, dijo que sus mayores compradores son aquellos bolivianos que migraron a los mencionados países y que cuando llegan o por medio de intermediarios compran una casa de unos 35 mil dólares.
A diferencia de todos los emigrantes que construyeron en las poblaciones de Cliza y Punata, los de ahora buscan casas en la ciudad, con preferencia en la zona norte y en muchos casos la transacción se la hizo desde España.
Dijo que también se han dado casos de bolivianos que buscan comprarse un edificio o una casa de varios pisos en una zona comercial, de esas edificaciones típicas con tiendas en la planta baja y departamentos en las plantas superiores.
Según Suárez, este nuevo auge de la compra de casas construidas es similar al que ocurrió hace unos 10 años, cuando los precios de las viviendas estaban por encima del precio real.
ANÁLISIS
La construcción goza de salud
Carlos Almanza Villarroel, gerente general de la Cámara Departamental de la Construcción
Partiendo de la premisa de que el sector de la construcción va de la mano de la salud del país en sus facetas económica, social y política principalmente, podemos afirmar que si el país está bien, la construcción lo está y a la inversa.
Con este principio, el año de 2006 el comportamiento de la construcción, en cuanto a la existencia de trabajo y obras resultantes, ha sido satisfactorio y la mayoría de las empresas en el ámbito nacional y regional no ha tenido que sufrir el fantasma de la desocupación. Este estado de cosas es producto de los acelerados cambios que se han gestado en las diferentes políticas nacionales, principalmente a partir del segundo trimestre de 2006 y mediados de año, con los importantes incrementos de presupuesto a manejar por las prefecturas y las alcaldías.
Las obras ejecutadas que benefician directamente a todos los bolivianos han sido de diferente índole, pero principalmente obras de infraestructura vial, infraestructura social, sanitaria y de vinculación.
En cuanto a las obras del sector privado, luego de los negros años de 2004 donde entraron en crisis, nuevamente vemos el interés de invertir en el campo que le corresponde que es la vivienda en todas sus formas. Es así que se levantan condominios horizontales y verticales y la gente confía e invierte en la construcción de su vivienda aún antes de verla concluida.
Nuevamente nos enfrentamos a la realidad de que el sector público es el principal inversor y tiene estimado en su plan de gobierno invertir unos 8.000 millones de dólares en obras de infraestructura en general e industrial en particular, que beneficien a los bolivianos, expectativa que a todos alienta y debe prepararnos para tener una efectiva participación en la utilización de estos recursos.
Algo que es digno de destacar es que los recursos económicos generados de diferentes fuentes como los del sector de hidrocarburos, ya no se centralizan en el llamado eje troncal y tradicional del país, sino que está llegando en cantidades importantes a las otras regiones que años atrás no participaban de las mismas.
Podemos afirmar que la riqueza se distribuye más equitativamente y en mayor cantidad como resultado de políticas anteriores de gobierno, como la coparticipación popular y las actuales como la nueva concertación de pago de impuestos de los hidrocarburos.
"Ahora nos ruegan para trabajar"
David Daniel Rodríguez (26)
"En los últimos seis meses hay bastante trabajo para los encofradores y albañiles, porque se están construyendo muchos edificios y obras que han sido licitadas por la Alcaldía y la Prefectura, no solamente en la ciudad sino también en las provincias.
Como maestro encofrador estoy ganando un jornal de 60 bolivianos de lunes a mediodía del sábado. Los primeros meses del año pasado ganaba entre 40 a 45 bolivianos.
Ahora los empresarios y contratistas nos están rogando para trabajar, porque tampoco hay bastantes encofradores ni albañiles, muchos de nuestros compañeros se han ido a Argentina, en especial a España, donde pagan bien y mandan platita a sus familiares".
"Hay bastante trabajo"
Alaín Chalar Vargas (20)
"Para ahorrar un poco de plata y estudiar una profesión técnica corta, estos meses estoy trabajando como contramaestre de encofrado y me están pagando un jornal de 50 bolivianos, mis compañeros dicen que es 15 bolivianos más que el año pasado.
Según estoy viendo, hay bastante trabajo a diferencia del año pasado.
Tengo cuatro compañeros de la promoción 2005, del colegio Alejo Calatayud, que el año pasado no han encontrado pega en la construcción, ni tampoco pudieron estudiar y se han ido a España, con buena suerte, porque están ganando bien y ayudan con remesas a sus padres.
Yo he aprendido este oficio desde pequeño, como ayudante de mi padre que era contratista y ahora se ha retirado".