Soyeros coinciden que tres factores frenan su producción
Las trabas a la libre exportación, la falta de seguridad jurídica y el poco uso de la biotecnología son los tres factores que impiden el crecimiento de la producción de soya en el país, según coincidieron ayer los representantes de los productores Rolando Zavala y Demetrio Pérez.
Para la temporada 2013-2014 está previsto sembrar 900.000 hectáreas de soya, informó ayer el gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Rolando Zavala.
Esa cantidad supone la siembra de 10 mil hectáreas más que en la temporada pasada, lo que representa un 1,2 por ciento de incremento.
La jefa de estadística del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Jimena León, reportó que, a pesar de las restricciones, el valor de las exportaciones de soya creció en 2 por ciento a octubre pasado, en relación al mismo mes de 2012.
Según Zavala, una de las principales trabas para el incremento de la producción de soya radica en el hecho de que los productores no tienen seguridad jurídica para sus tierras, por lo que hay constantes avasallamientos. “La gente ingresa a la propiedad, la toma y no deja trabajar”, dijo.
Pidió que el Gobierno haga cumplir las normas y trabaje en el desalojo de 72 predios en los que los loteadores se asentaron, perjudicando el trabajo del sector.
Por otro lado, dijo que se añade el escaso avance en cuanto al proceso de investigación del uso de la biotecnología como una herramienta que permita el mejoramiento en la producción de soya.
Al respecto, el presidente de Anapo, Demetrio Pérez, añadió que el Estado no genera tecnología que pueda usar el sector soyero y citó el caso de los productos transgénicos.
Otro elemento que retrasa el incremento de la producción soyera, dijo Zavala, es que el Gobierno no asegura la libre exportación, cuando los productores así lo requieran, para que no haya demora en el mercado externo. Para ello se necesita buena logística y la eliminación de las trabas burocráticas para la exportación, explicó Zavala.
“Una liberación de las exportaciones nos va a permitir, una cosecha fluida, un almacenamiento fluido, para evitar todos los problemas de saturación”, expresó Zavala, al tiempo de explicar que en ocasiones existe una sobre saturación de soya en los silos, lo que provoca una gran pérdida para el sector, para los transportistas y para toda la cadena de trabajo.
Por su parte, León destacó que a pesar de las restricciones para las exportaciones de soya y sus derivados se han incrementado las ventas en el exterior.
“Hasta octubre de 2013, las exportaciones han superado los 870 millones de dólares por la venta de 1,7 millones de toneladas”, afirmó León, explicando que en términos porcentuales hubo un crecimiento del 2 por ciento en valor y 11 por ciento en volumen, comparado con el mismo período de la gestión pasada.
Agregó que más del 80 por ciento de las exportaciones de soya y derivados estuvieron destinadas al mercado andino, principalmente a Colombia y Perú.
En relación a las importaciones de soya y derivados que realizó Bolivia entre enero y octubre de 2013, dijo que bordearon los 6 millones de dólares por un poco más de 6 mil toneladas, presentando un caída del 22 por ciento y 30 por ciento en valor y volumen.
