En Lagunillas mantienen la vigilia por Incahuasi
Ante los constantes pronunciamientos de diferentes autoridades del departamento Chuquisaca sobre la posible toma del megacampo gasífero Incahuasi, el alcalde de Lagunillas (provincia Cordillera, Santa Cruz), Héctor Contreras, informó ayer que autoridades y movimientos sociales del municipio permanecen en vigilia pacífica en Caraparicito, donde se ubica el reservorio, para evitar cualquier invasión.
“Las organizaciones están en alerta porque Chuquisaca sigue manejando ese discurso político de que el Incahuasi les pertenece”, dijo Contreras, a tiempo de pedir al gobernador chuquisaqueño, Esteban Urquizu, que respete el informe elaborado por la empresa GLJ Petroleum Consultants, el cual es “transparente y respaldado por las normas”.
Reiteró que el megacampo se encuentra a 10 kilómetros hacia Santa Cruz, partiendo de la línea alta del cerro Incahuasi, que sirve de límite con Chuquisaca.
Calificó como “bochornoso” el accionar del Gobernador de Chuquisaca y de otras autoridades de ese departamento, quienes pidieron la renuncia del Ministro de Autonomías, Hugo Siles, y del presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá.
Por su parte, el diputado de Unidad Demócrata (UD), Luis Felipe Dorado, dijo que Urquizu perjudica al país con las movilizaciones que encabeza, sin considerar que lo importante es el beneficio de la explotación de este campo gasífero y no el “rédito político para un solo Gobernador que está buscando confrontación”.
Recordó que Urquizu designó un representante para verificar los estudios y que se comprometió a respetar los resultados que concluyen en que el 100 por ciento del reservorio se encuentra en Santa Cruz.
“Si Urquizu quiere un nuevo estudio que lo financie él, pero lo más probable es que otro informe arroje el mismo resultado”, añadió el parlamentario.
En Chuquisaca exigen que YPFB no distribuya las regalías por la venta del gas hasta que se concluya la definición de límites. Los recursos por regalías para Santa Cruz, que recibirá el 11 por ciento del total, llegarán a partir del 2017 y será alrededor de 250.000 millones de bolivianos al año, según estimaciones.
