Ministro brasileño de Hacienda lamenta pesimismo exagerado causado por crisis
RÍO DE JANEIRO |
El ministro brasileño de Hacienda, Henrique Meirelles, lamentó hoy el "pesimismo exagerado" sobre los rumbos de la economía que contagió a los actores económicos del país en medio de la crisis política provocada por las denuncias de corrupción que tienen contra las cuerdas al presidente Michel Temer.
"Nosotros tenemos la tendencia de, en momentos en que las noticias son todas buenas, adoptar un optimismo exagerado, lo que es negativo porque lleva a decisiones equivocadas, y de, en algunos momentos, también adoptar un pesimismo exagerado, que también puede llevar a decisiones equivocadas", afirmó Meirelles en un discurso ante empresarios.
El ministro, en su pronunciamiento en un encuentro organizado por la patronal de la industria de la construcción, le pidió a los empresarios "serenidad y equilibrio en este tipo de situación".
El llamamiento a mantener la calma fue hecho en momentos en que Brasil vive una grave crisis política por la decisión de la Corte Suprema de abrirle una investigación por corrupción al jefe de Estado, cuya renuncia es exigida tanto por la oposición como por algunos legisladores oficialistas.
El escándalo, que puso a temblar al Gobierno y dividió al coalición oficialista, estalló el pasado miércoles con la divulgación del audio de una conversación que Temer tuvo con un empresario en su residencia oficial, en la que parece consentir diversas maniobras ilegales.
Temer ha descalificado las acusaciones y ha dicho, en dos mensajes dirigidos al país desde el pasado jueves, que no renunciará al cargo que ocupa desde mayo de 2016, cuando comenzó el proceso que acabó con la destitución de la exmandataria Dilma Rousseff.
Ante la crisis, tanto empresarios como analistas económicos pusieron en duda la aprobación de las reformas impulsadas por Temer para hacer frente a la crisis fiscal e impulsar una economía que sufrió en los dos últimos años una profunda recesión.
La economía brasileña se retrajo un 3,8 % en 2015, su peor resultado en 15 años, y un 3,6 % en 2016, con lo que encadenó dos años seguidos de crecimiento negativo por primera vez desde la década de 1930.
Meirelles dijo confiar en la aprobación de las reformas propuestas por Temer, entre las cuales la del régimen laboral y la del sistema de jubilaciones, y en la recuperación de la economía.
Tras presentar una serie de indicadores positivos que muestran una reacción económica en los primeros meses de 2017, el ministro rechazó que la crisis política pueda poner en riesgo las reformas o la recuperación de la economía, que considera que son prioridades nacionales y no exclusivas de los defensores del Gobierno.
"Esta agenda es cada vez más (las reformas) una agenda nacional. No algo tan solo a favor o contra del Gobierno. Mi hipótesis de trabajo es de continuidad (del gobierno de Temer)", afirmó.
El ministro considera que, con las reformas y la estabilidad de la economía, Brasil tiene condiciones de volver a crecer un promedio a tasas del 2,3 % anual en los próximos años.
"Con las reformas que estamos proponiendo y la reducción del tamaño del Estado, podemos aumentar esa tasa de crecimiento potencial de la economía en los próximos años y llegar a tasas de entre el 3,5 % y el 4,0 %. Y, de esa forma, entrar en una ruta del crecimiento robusto", afirmó.
Para ello, agregó, es necesario que los agentes económicos confíen en la aprobación de las reformas y que no se dejen contagiar por el pesimismo exagerado.
