Ley boliviana no exige abundar en datos que van en las etiquetas de los productos
Los vacíos legales en la normativa boliviana no permiten que el Estado resguarde y garantice los derechos de los consumidores frente a la publicidad engañosa, según informaron funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y técnicos del Viceministerio de Defensa al Consumidor de Cochabamba.
La situación fue visibilizada en Bolivia luego de darse a conocer que el Gobierno panameño prohibió el ingreso del producto lácteo “Pura Vida” (fabricado por la empresa peruana Gloria), por considerar que su etiquetado incurre en publicidad engañosa.
Tras el escándalo, el Gobierno boliviano prohibió la importación de estos productos. La medida fue suspendida porque el resultado de laboratorio estableció que el producto coincide con lo presentado en la etiqueta.
El encargado de Registros y Certificación del área de inocuidad alimentaria del Senasg, Sergio Miranda, informó que la ley boliviana establece que los alimentos deben poseer una etiqueta autorizada con 13 elementos informativos.
Las etiquetas tienen que presentar el nombre del alimento, su naturaleza y condición física, el contenido neto, composición de alimento, identificación del lote, instrucciones para su conservación, marca, nombre y razón del fabricante, dirección, lugar y país de emisión, número de NIT, registro de Senasag.
Sin embargo, el Decreto Supremo 26.510 que regula la ley 31.401 de alimentos preenvasados no tiene potestad para obligar a las empresas a especificar los porcentajes de los componentes con los que se elaboran los productos alimenticios, porque carecen de sustento legal.
Los Tiempos realizó un sondeo de opinión entre los clientes de un supermercado del centro de Cercado, en donde los consultados manifestaron su rechazo en las bebidas frutales comercializadas a las que tildaron como “artificiales” y “engañosas”.
En este sentido, Miranda explicó que los consumidores priorizan el nombre comercial al nombre real del producto especificado en el etiquetado.
Por ello, informó que cuando la normativa en Bolivia es insuficiente para definir parámetros de control y denominación de los productos inventariados, se recurre a procedimientos internacionales como el Codex de Alimentos, que tiene la función de resolver las lagunas legales bolivianas.
En la actualidad, Bolivia se encuentra actualizando su legislación para determinar las clasificaciones de las bebidas elaboradas con componentes naturales.
Para ello se conformó un comité compuesto por las partes interesadas: autoridades nacionales de inocuidad alimentaria, representantes de consumidores, presidido por el Instituto boliviano de normalización y calidad (Ibnorca).
Según el Códex, sólo se puede considerar jugo a las bebidas elaboradas con un 100 por ciento de pulpa de fruta.
El documento internacional también establece que se define al néctar de fruta es la bebida preparada con un 50 por ciento de pulpa y otro 50 por ciento de agua. Finalmente, todos los preparados que cuenten con menos del 50 por ciento de pulpa deben ser considerados como bebidas con adición de frutas.
