Bloqueo en Río Grande impide reparto de GPL
El bloqueo en el ingreso a la planta separadora de líquidos Río Grande, en Santa Cruz, por trabajadores de la empresa Bonnet afecta la circulación de varios motorizados de alto tonelaje que transportan gasolina y GLP desde la planta.
Los empleados exigen pago de salarios de parte de la firma subcontratada por YPFB.
La medida de presión se la realiza por el incumplimiento en el pago de salarios y beneficios por parte de Bonnet, que fue contratada en marzo de 2016 por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para la construcción de un campamento permanente en el interior de la planta.
Según el presidente del sindicato de trabajadores de Río Grande, Juan Carlos Reyes, la protesta puede masificarse en las próximas horas, pues no descartan la posibilidad de tomar las válvulas de gas para impedir el normal funcionamiento de la planta, aunque, por estrategia, el dirigente evitó dar mayores detalles ya que hay presencia de efectivos policiales en esta zona ubicada a 55 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz.
Reyes agregó que los trabajadores masificarán sus medidas de presión con el apoyo comunarios de Iguazurenda, San Lorenzo y San Juan de Camargo, que son aledañas a la planta.
Un voto resolutivo, firmado por los líderes del sindicato y los representantes de dichas comunidades, menciona que el pasado 17 de agosto se realizó una reunión para firmar un acuerdo con Bonnet en el que esta empresa se comprometía a cancelar sus deudas hasta el día 22. El documento establece que la cita contó con la presencia de los relacionadores comunitarios de YPFB y del Ministerio de Trabajo regional Camiri. Sin embargo, al incumplirse con el acuerdo los trabajadores iniciaron la medida de presión.
Los Tiempos trató de obtener la versión oficial de YPFB respecto a este conflicto a través de su departamento de comunicación, pero, hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.
El voto resolutivo también señala que el sindicato y las comunidades declararon a Bonnet como empresa no grata para la localidad “por los daños, perjuicios y malversación de fondos que realiza a nuestros trabajadores”.
Según el contrato, la construcción de la obra tiene un plazo de 225 días y un costo de 18,5 millones de bolivianos. Además, este documento señala que el contratista es plenamente responsable del personal que tenga relación con la ejecución de la obra.
SOBRE LA EMPRESA
Según el presidente del sindicato de trabajadores de Río Grande, Juan Carlos Reyes, Bonnet habría tomado la decisión de transferir el proyecto a otra empresa constructora, puesto que no estaría en condiciones económicas para continuar al frente de la obra que tiene un avance importante.