Ingresos por regalías e IDH no se recuperan a pesar de leve repunte

Las regalías e ingresos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) no logran recuperarse a pesar del leve repunte del 8 por ciento programado en el presupuesto General del Estado (PGE) 2018. Si se considera los datos programados entre los periodos 2014 a 2017, la caída alcanza el 46 por ciento.

En 2014, los ingresos programados por regalías e IDH en el PGE fueron de 16.479 millones de dólares frente a los 8.953 programados para en 2017 en el mismo documento.

Los especialistas consultados por este medio advirtieron que el impacto positivo por incremento de 8 por ciento proyectado para 2018 será mínimo y afirmaron que no se puede considerar como una recuperación para el sector, ya que se trata de una leve “oscilación”.

Para el economista Alberto Bonadona, el crecimiento programado para 2018 responde a la mejora en los precios internacionales del petróleo y la previsión de un panorama positivo de nominaciones por parte de Brasil.

“Considero que en 2018 se mostrará una tendencia de estabilidad en las regalía, si es que el precio se mantiene de acuerdo la previsiones internacionales que muestran que estará alrededor de 70 dólares el barril”, indicó.

El PGE 2018 contempla un costo de 45,5 dólares el barril de petróleo. Los especialistas advierten que el Gobierno prefirió “subestimar” el dato para evitar dificultades económicas.

El economista de la Fundación Jubileo, René Martínez, sostuvo que el incremento del 8 por ciento para 2018 sólo es una leve “oscilación”, pero advirtió que no puede calificarse como una “recuperación para el sector”.

“No hay que tomarlo como una recuperación porque la población puede crearse expectativas de que vamos volver a los niveles de la bonanza”, dijo.

Según datos del Ministerio de Economía, el crecimiento reportado para el PGE 2015 fue del 23 por ciento, porque en 2014 se asignó un monto de 16.479 millones de dólares, frente a los 20.276 percibidos en 2015.

Sin embargo, la caída prevista en el PGE 2016 fue de 43 por ciento con un ingreso previsto de 11.555 millones de dólares frente a los 20.276 del año anterior. El comportamiento negativo se repitió para el presupuesto de 2017 en el que se proyectó 8.953 millones de dólares, lo que representó una caída del 23 por ciento en relación a 2016.

Para el economista Gonzalo Chávez, el leve repunte del IDH y las regalías proyectado en el PGE 2018 es “marginal” por las profundas caídas previstas en las gestiones anteriores.

“Claramente es una recuperación muy parcial, muy preliminar y ciertamente refleja el déficit público elevadísimo para este año 2018”, añadió Chávez.

Debido a este comportamiento, Martínez consideró que el país afronta una nueva situación negativas de ingresos a mediano y largo plazo.

DATOS

El ministro de Economía, Mario Guillén, explicó que estos recursos mejorarán el próximo año, porque habrá mayor producción.

Advirtieron la caída de los ingresos en febrero. En febrero, la Fundación Jubileo advirtió que en los últimos dos años, a partir de 2015, los recursos por IDH y las regalías cayeron en un 34 por ciento para los municipios y 55 por ciento para las gobernaciones.

Universidades al colapso por recorte de recursos. Las universidades públicas son otras de las instituciones que han padecido el recorte del IDH. Durante los últimos tres años, los recursos disminuyeron hasta en un 70%.

ANÁLISIS

Raúl Velásquez Investigador de la F. Jubileo

Hay poca inversión para la exploración petrolera

Lo que se ve es que se está apostando a un mayor crecimiento del mercado interno en relación a lo que se ha observado en 2017.

Esto y más cosas podrían estar contribuyendo a que el Ministerio de Economía piense que va a recibir un incremento en los ingresos por regalías e IDH.

El impacto que se da por las caídas de las regalías e IDH es que no se están realizando los flujos de inversión necesarios para la actividad de exploración.

Recordemos que el sector de hidrocarburos es un sector de inversión a largo plazo. Las empresas que firman un contrato de exploración con Bolivia lo hacen con esa visión.

El contrato con Brasil termina en 2019 y todavía no se ha llegado a mayores indicios que permitan ver cómo se está dirigiendo la nueva negociación.

Entonces es muy difícil generar esos años de proyección a largo plazo. Ese aspecto dificulta, un poco, los flujos de inversión que pueden haber para actividades de inversión.