Cambio de postura de Macri con respecto a energía preocupa a inversionistas
La caída del peso argentino y las dificultades del gobierno para hacerle frente a la creciente inflación están provocando inquietud entre las compañías que desarrollan Vaca Muerta, uno de los mayores depósitos de petróleo y gas de esquisto del mundo.
En su iniciativa para liberalizar los mercados energéticos argentinos, el presidente Mauricio Macri eliminó los subsidios al consumidor en 2016 y aumentó las tarifas. Los precios locales del petróleo subieron y, a finales del año pasado, convergieron con los del crudo internacional, lo cual brindó un estímulo importante a las compañías en Vaca Muerta, la inversión más atractiva en Argentina.
Pero el gobierno ahora ha limitado el precio al que las compañías productoras de petróleo en Argentina pueden venderles a las refinerías, junto con el precio de la gasolina al consumidor, para proteger a los consumidores de los crecientes precios mundiales del petróleo y evitar que la inflación suba aún más.
Las compañías ahora deben vender a precios considerablemente inferiores al nivel internacional, que el jueves era superior a los 77 dólares por barril para el crudo Brent, el índice de referencia mundial. Esto, además de la devaluación del peso, está afectando la rentabilidad y obligando a las compañías a reevaluar sus planes en Vaca Muerta.
Hace apenas cuatro años, la compañía petrolera estatal YPF calculó que el precio de equilibrio del petróleo necesario para que los pozos en Vaca Muerta fueran económicamente viables era de alrededor de 80 dólares por barril. Wood Mackenzie, la consultoría de energía, ahora estima que el precio de equilibrio es de 56 dólares por barril. Después de que el primer pozo comenzó a producir comercialmente en 2013, Vaca Muerta ahora produce 120 mil barriles por día, o más del 10 por ciento de la producción nacional.
Ya que Javier Iguacel reemplazó a Juan José Aranguren como ministro de energía como parte de una reorganización la semana pasada, los planes del gobierno siguen siendo inciertos. Aranguren, un exejecutivo de Royal Dutch Shell, fue ampliamente elogiado por el sector privado por aumentar las tarifas que los consumidores pagan por la electricidad y el gas natural, lo que le permitió al gobierno recortar los subsidios en un intento por frenar el déficit fiscal. Pero no es popular entre los votantes.
La forma en que proceda Iguacel, un ingeniero petrolero quien también tiene historial en el sector privado, depende de un escenario político precario para Macri, quien intentará reelegirse el próximo año. Los aumentos de tarifas (así como un rescate por valor de 50 mil millones de dólares del FMI en respuesta a la crisis cambiaria) fueron uno de los principales motivos por los que los sindicatos realizaron el lunes de la semana pasada su tercera huelga nacional desde que Macri llegó al poder.
Congelar los precios al consumidor de la gasolina puede ayudar a mantener contentos a los votantes, aunque es discutible el impacto que podría tener sobre la inflación, que es de más del 25 por ciento anual. Pero las compañías internacionales no están interesadas en financiar, en la práctica, el programa de reforma económica "gradualista" de Macri, el cual busca amortiguar el impacto de la austeridad en los argentinos más pobres.
Sin embargo, los analistas se muestran en general optimistas sobre las perspectivas de Vaca Muerta, la cual ha experimentado una fuerte caída en los costos en los últimos años, mientras que la producción ha aumentado drásticamente. Argentina podría incluso tener un exceso de abastecimiento de gas natural este verano, cuando la demanda disminuye, dijo Amanda Kupchella, analista de Wood Mackenzie.
"Los operadores saben que los controles de precios y la colaboración con sindicatos vienen con el territorio en Argentina", dijo Kupchella. "La productividad en Vaca Muerta es tan buena que no parece ahuyentar a los inversionistas".
Alejandro Bulgheroni, presidente de Pan American Energy Group, espera que dentro de dos o tres años sea tan barato perforar pozos en Vaca Muerta como en Estados Unidos.
"Esperemos que esto se resuelva y volvamos a los precios internacionales", dijo Bulgheroni. Aunque es un "momento difícil", dijo, "hemos vivido momentos mucho peores".