Ideas en marcha: La creatividad marca los emprendimientos
Emprender implica mucho esfuerzo y altas dosis de creatividad.
En Bolivia, un país que tiene un alto grado de informalidad laboral y cuya economía se sienta en la extracción de recursos naturales, el impulso y las ganas de emprender son muy valiosos.
Los Tiempos, desde hace varios años, ha dado cobertura a pequeños y medianos empresarios que se arriesgaron y se han destacado por poner en marcha ideas, muchas de ellas originales y extraordinarias. En varios casos, han logrado éxito y han generado empleo formal. A continuación, algunas historias.
Podar con arte
Son cochabambinos y jóvenes. Cinco forestales, que inicialmente querían desarrollar un proyecto de leña ecológica, terminaron ofreciendo un servicio muy demandado: poda de árboles, con todos los cuidados técnicos y sin importar la altura. Por su primer podado, que les tomó una jornada de trabajo, les pagaron Bs 20 bolivianos. Aun así persistieron.
Harina de ¿grillo?
Tres jóvenes cruceños sorprendieron este año con un proyecto innovador: harina de grillo. La “Criharina” ganó un concurso de Nestlé Bolivia. Fernando Tuma, María Isabel Barrenechea y Florencia López fueron a Brasil donde recibieron capacitación para seguir adelante con su negocio. El grillo tiene un alto valor nutricional.
Fideos de palmito
La empresa cochabambina Alimentos de la Selva sorprendió hace poco con su nuevo producto: fideos de palmito. El alimento, con el que se puede cocinar desde un fideos uchu hasta un fetucini Alfredo, estará en el mercado boliviano a partir de este mes bajo la marca de Palmini.
Mamut, imparable
La marca cochabambina Mamut sigue cosechando éxitos con la transformación del caucho viejo en pisos ecológicos, un producto que ya ha ganado varios premios.
Tres jóvenes convierten el caucho de las llantas usadas en pisos para oficinas, patios, escuelas, pistas deportivas y parques.
Avestruces
Un empresario, Alfonso Montenegro, apostó a lo que, según él, será la “la granja del futuro” repleta de avestruces. Creó dos empresas y abrió 21 granjas en todo el país con un total de 7 mil ejemplares de esas aves. Afirma que el negocio le da buenos dividendos.
Helados especiales
Es de La Paz y tuvo éxito en la última versión de la Feria Internacional de Cochabamba. Víctor Alfonso Forero Cuba, ingeniero industrial, puso en marcha el emprendimiento “+18 Helados de licor” para un público adulto.
El proyecto nació cuando él todavía era estudiante y en la fiesta paceña del Gran Poder vendía gelatina de pata.
Sopas “detox”
Eliana Ohanian, ingeniera de alimentos y propietaria de WISA by Condimente Gourmet, y su responsable comercial, Natalia Franulic, abrieron hace poco en Cochabamba un negocio para ayudar a la gente, con sopas “detox”, a mejorar su salud. Usan la cúrcuma como producto principal.
Debilidad: incansables, pero poco competitivos
Los factores negativos del emprendimiento en Bolivia están vinculados sobre todo con elementos externos.
Bolivia no es un país productivo debido a la falta de políticas y a obstáculos que el mismo Estado pone. Por lo tanto, tampoco somos competitivos y esta deficiencia golpea principalmente a los emprendedores que, aunque con grandes ideas, no pueden competir afuera.
La última vez que el Foro Económico Mundial incluyó a Bolivia en el Índice de Competitividad Global, a fines de 2016, Bolivia había caído cuatro puntos en ese ranking hasta el puesto 121 de 138 países analizados.
El estudio identificó como las principales causas de la falta de competitividad boliviana a la corrupción, la burocracia gubernamental, las regulaciones laborales restrictivas y las tasas de impuestos.
Todos estos elementos tienen relación con cómo actúa el Estado. Hoy, las cargas salariales, por ejemplo, complican a los emprendedores y evita que crezcan.
Los incrementos salariales y el segundo aguinaldo, ambos impuestos, son obstáculos, según los mismos empresarios.
PUNTO DE VISTA
Juventud, emprendimiento y educación: la trilogía
JOACYR FLORES ANDRADE
Director de Emprendimiento en la Ucatec de Cochabamba
El emprendimiento surge como la mejor alternativa para mejorar las oportunidades de los jóvenes en nuestro país; sin embargo, emprender significa recorrer un camino difícil.
Contrariamente a lo que se puede pensar, los obstáculos más grandes no son la burocracia, el financiamiento, los impuestos o las cargas sociales, sino el hecho de detectar y aprovechar de una manera planificada y organizada las oportunidades que se presentan en el mercado.
Según datos estadísticos de organismos nacionales e internacionales, en Bolivia se emprende más por necesidad que por oportunidad, aspecto que trae consigo los verdaderos problemas al momento de emprender; los cuales son, entre otros: el saber identificar un modelo de negocios que permita un proyecto emprendedor rentable, la capacidad de poder organizar, dirigir y administrar una empresa, el trabajo en equipo y la comercialización efectiva de los productos en los distintos mercados.
Es por ese motivo, que el país necesita jóvenes emprendedores que se formen profesionalmente para aprovechar las oportunidades existentes y así lograr emprendimientos exitosos. Esto sólo es posible mediante un modelo de educación superior centrado en desarrollar habilidades a partir de los talentos.