Internos de El Abra generan hasta Bs 1.500 al mes con manufacturas
Carpintería, costura de balones, confección de ropa, chapería, metalmecánica, refacción de vehículos, elaboración de redes de pesca y comercio son algunos de los oficios a los que se dedican los más de 700 reos del penal de El Abra. Estas actividades les permiten generar entre 500 a 1.500 bolivianos al mes para mantenerse y enviar dinero a sus familias.
“Llevo aquí 11 años. Me animaron a costurar. Era nuevo, tenía poco tiempo, porque me ocupaba de limpiar. Antes hacía un pelota por día, ahora termino entre tres a cuatro”, dijo un privado de libertad de 37 años, que todavía debe cumplir una condena de 19 años en el penal.
La IV versión de la Feria Productiva de Recintos Penitenciarios Expo Reincorpora, que se realiza del 6 al 9 de septiembre en el Pabellón Cochabamba del Recinto Ferial de Feicobol, ayuda a los privados de libertad a vender sus productos.
La gestión pasada contó con 1.500 participantes. “Estamos mostrando y abriendo un espacio donde puedan generar algo más de ingresos y reincorporarse a la sociedad”, dijo la gerente de la Fundación Feicobol, Eunice Achá.
En el penal, más del 90 por ciento de los internos se dedica a alguna actividad económica, pero se desconoce cuántos ingresos económicos generan por los diferentes objetos que elaboran.
Cada día, en el penal de El Abra se elaboran 480 pelotas de las marcas Mundial, Cuerina, Litoral y Golty, que salen al mercado nacional y para el entrenamiento de clubes como Wilstermann, Aurora y otros.
Esto significa un ingreso de 4.800 bolivianos diarios para 160 privados de libertad que se dedican a esa actividad. Los internos reciben un pago de 10 a 13,50 bolivianos por balón entregado. Cada interno puede terminar entre tres a cuatro balones por día, informó el delegado del área, Liborio Mamani.
Las empresas entregan la materia prima y pagan a los internos por la costura. “Con esto ellos generan recursos para sustentarse y para sus familias. Nadie nos capacita, nosotros vamos enseñando a los compañeros”, dijo Mamani.
En el taller de costura hay adultos mayores y jóvenes que, con agujón y un hilo especial, van uniendo pedazos para darle la forma a la pelota.
“Soy muy responsable con las empresas, yo pago a los compañeros por pelota entregada. Son nueve años que estoy aquí”, dijo Mamani.
Un adulto mayor de 67 años que también realiza la misma función dice que desde que fue trasladado al penal, hace un año y medio, realiza esta labor. “Soy de Oruro, me faltan dos años de condena, seguiré con esto hasta que salga”, dijo.
Mamani asegura que el trabajo ayuda al privado de libertad a rehabilitarse. “Estoy aquí hace 12 años. Elegí la carpintería, sé hacer camas, peinadores, roperos. Las preocupaciones que yo tenía he olvidado todo, estaba concentrando en el trabajo, para ya no pensar en cuándo salgo”, contó.
480 pelotas se elaboran diariamente en la cárcel de El Abra. Es la principal actividad productiva del penal, que tiene más de 700 reclusos.