La Barra Limeña apuesta por Cochabamba
¿Quién no escuchó hablar sobre la comida peruana y busca un sitio local que haga justicia a la fama internacional de esta culinaria?
El chef limeño Danilo Arellano pone sus “manos al fuego” en Cochabamba y lanza La Barra Peruana, un espacio pequeño pero muy cómodo, acogedor y, sobre todo, lleno de exquisiteces.
“Cocino más de 100 kilos de mariscos a la semana”, que son importados por distintos proveedores, indica.
En cuanto a carne de pescado fresco, comenta que prefiere emplear solamente el paiche y la tilapia (ambos peces de agua dulce del trópico) que consigue gracias a la organización no gubernamental (ONG) Peces Para la Vida.
“Es la carne blanca de pez más parecida a algunas variedades de mar que empleamos para las recetas en Perú”, agrega.
Lo mismo le sucede con las variedades de papa, “acá no pillamos las mismas que se usan en las recetas tradicionales (del Perú), pero la imilla es muy parecida” dice.
Este chef visionario es también socio de las cadenas de alimentos Rancho Viejo y Wok, junto a un grupo de jóvenes inversionistas que de a poco conquistan el mercado.
Apuesta local
Danilo está casado con una boliviana, por lo que dice ser “un limeño de corazón cochabambino”. Por esa razón, se instaló a nuestra ciudad hace algún tiempo y ejerce actividades de distinta índole, aunque confiesa que la cocina siempre fue definitivamente lo suyo.
La Barra Limeña es una apuesta propia y local que, a mediano plazo, piensa ampliar tal vez como franquicia.
“La idea era hacer un sitio pequeño y muy familiar, pero a la gente le ha gustado la propuesta y nos damos cuenta de que vamos quedando cortos de espacio”, dice. ¡Y cómo no!, si cada una de las 16 presentaciones que oferta en su menú son “muy generosas”, (como para qhochalos) y en promedio valen alrededor de 70 bolivianos.
“Hay platos más caros, pero prácticamente son como para compartir”, dice.
Ingredientes más usados
Arrellano es un emprendedor que abrió la Barra Limeña en octubre de 2018 (en la Juan Capriles casi Villaroel) “con la idea de crear una alternativa diferente, cálida y sobre todo donde se haga comida peruana de la buena”.
De acuerdo con la lista de sus pedidos, los más buscados por los cochabambinos son “el ceviche, el arroz de la barra (especie de risotto con mariscos), la leche de Tarzán (otro tipo de ceviche) y el Aeropuerto (tipo chaufa con mariscos)” relata Arellano con el característico tono cantado de los originarios del Perú.
Además de los mariscos, este chef cocina unos 60 kilos de pescado cada semana: 50 de paiche y 10 de tilapia. Los mariscos que más usa en sus recetas son los langostinos, las conchas de abanico, el pulpo, la pota, los calamares y las almejas. Y también emplea grandes cantidades de limón sutil, papa, hierbas aromatizantes y arroz.
“No me cierro a pedidos de platos especiales cuando hay los ingredientes”, cuenta, y constantemente está buscando en los mercados locales productos que se adapten perfectamente a la comida que prepara, y dice estar muy feliz de ofrecer un trocito de sabores de su tierra.