Sube la soya, pero las restricciones impiden el ingreso de $us 600 MM
Las restricciones a las exportaciones y al uso de biotecnología para mejorar la producción de soya impiden el ingreso de al menos 600 millones de dólares anuales, sobre todo en una coyuntura marcada por una histórica elevación del precio del grano, que supera los 570 dólares por tonelada.
Para el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, Bolivia está perdiendo inmejorables oportunidades no sólo de exportación, sino de fortalecimiento y expansión del sector agrícola, así como de cambiar la alta dependencia que tiene de los recursos extractivos, como los minerales e hidrocarburos.
“Si equiparáramos las condiciones con ellos en términos de la aplicación de la ciencia y la tecnología, así como las buenas prácticas agrícolas en el campo, y si no hubiera frenos a la exportación, y si a ello se sumara la plena apuesta por los biocombustibles, que tiene que ver con el tema, Bolivia podría crecer al 7 por ciento de forma sostenida y sostenible en el tiempo”, sostuvo Rodríguez.
Asimismo, explicó que de liberarse eventos transgénicos, la producción de soya subiría un 50 por ciento sin aumentar la superficie de cultivo, y así el rendimiento pasaría de 2 a 3 toneladas por hectárea.
“Con los precios altos del 2021, Bolivia exportó 2,5 millones de toneladas de soya y derivados y por tal concepto llegaron al país 1.350 millones de dólares, pero dejó de ganar por lo menos 600 millones, por su baja productividad y la falta de biotecnología que nos impidió producir por lo menos un millón de toneladas adicionales”, destacó.
Por su parte, el gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga, coincidió con Rodríguez y añadió que los productores bolivianos deben competir en el mercado internacional de soya, utilizando un solo evento transgénico autorizado en 2005, cuando Paraguay cuenta con 22, Argentina con 78 y Brasil con 101.
“No es un capricho, el problema es que los productores nacionales no tenemos otra tecnología que nos permita tener mayores rendimientos”, afirmó Osinaga.
Precisó que el rendimiento de soya en Bolivia en los últimos cuatro años fue de 2,14 toneladas por hectárea, frente a las 2,88 de Paraguay, las 3,02 de Argentina y las 4,48 de Brasil.
En tanto, el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores, informó que este año se prevé una reducción en la producción de soya en relación con el 2021. Sin embargo, existe una tendencia positiva de precios, por lo que el Gobierno debe facilitar el acceso a nuevos eventos de biotecnología.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), Jorge Amantegui, aseguró ayer que Bolivia puede convertirse en un actor internacional relevante al implementar la biotecnología en la siembra de soya para incrementar los rendimientos y, de ese modo, mejorar los ingresos.
Cae la producción en EEUU y Brasil
Los grandes productores de soya como EEUU, Brasil y Argentina redujeron su cosecha por la sequía imperante en Sudamérica, la compra de grandes fondos de inversiones y la expectativa de la demanda China, lo que ha dado lugar a un alza en el precio de la soya en la bolsa de Chicago, informó ayer la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob).
“Bolivia no se decide a asumir políticas públicas que beneficien a la producción”, señaló ayer el presidente de Caniob, Jorge Amantegui.
Agregó: “Es una oportunidad para Bolivia como país productor y exportador de subproductos con valor agregado”.