Gobierno resalta que en Bolivia se mantiene fijo el precio de los combustibles
Bolivia es uno de los pocos países de América y del mundo que mantiene estable los precios de la gasolina, el diésel, el gas natural vehicular (GNV) y el gas licuado de petróleo (GLP), que se comercializan en el mercado interno, pese al incremento del costo internacional del petróleo crudo, ocasionado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, afirmó ayer el Ministerio de Hidrocarburos y Energías.
Según un reporte de esa cartera, la medida de mantener los precios “congelados” es una política del Gobierno nacional que permite reducir el riesgo de una ola de inflación que desataría el incremento en el valor de los carburantes.
Si bien esta medida genera beneficios para la población, genera un alto costo para los fondos públicos y desgasta constantemente las reservas internacionales. Desde este año, Bolivia pasó a gastar más dinero en importar combustibles de lo que obtiene por la exportación de gas natural.
Se espera cerrar el año 2022 con un déficit en el ámbito hidrocarburífero debido a que cada vez se necesita importar más combustible subvencionado, mientras que las reservas gasíferas cada vez son menos y la producción disminuye.
Por otro lado, la subvención también es un fomento al contrabando de combustible, ya que en los países vecinos el diésel y la gasolina resultan mucho más caras que en el territorio nacional.
No obstante, el Ejecutivo reiteró que mantendrá la subvención, ya que el sector energético es el motor de toda actividad, y así se mantiene una baja inflación.