El cuartel aún seduce a jóvenes
El interés por el servicio militar obligatorio está vigente en jóvenes del área rural y de aquellos con una fuerte tradición familiar en las filas del Ejército. Por ello, en la primera semana del reclutamiento para el escalón I/2008, el cupo para las grandes unidades militares se llenó en los primeros días.
Ése fue el caso del Centro de Instrucción de Tropas Especiales (CITE), que cubrió sus plazas en los primeros días. La unidad incorporó 288 jóvenes para este 2008, después de una fase de selección en la que los reclutas se sometieron a una prueba física, además de demostrar sus aptitudes para el salto, informó el comandante de esa unidad, Juan Carlos Millares Vaca.
La prueba es vital para los que entran a las filas del CITE, debido a que, al culminar su servicio militar, se graduarán como paracaidistas. Sin embargo, otro grupo de jóvenes fue enviado a cumplir con su servicio militar a otras regiones, como el chaco y el oriente. Por primera vez también se destinó a jóvenes a Viacha.
Muchos de los reclutas llegaron con el ánimo de realizar su servicio militar en las fronteras, motivados por conocer nuevos lugares y en futuro quedarse a trabajar. Otro de los motivos para enrolarse en el régimen obligatorio es la adquisición de la libreta, que aún es un requisito obligatorio para el título profesional y para oficios como el de seguridad.
Se estima que en todo el departamento se incorporarán unos mil jóvenes a las unidades militares, que hacen el esfuerzo por cubrir el gasto que representa ingresar al servicio por la compra de maletas y mudas de ropa que se requieren para permanecer en el cuartel por casi un año.