La Iglesia valora lo que ha heredado
El Arzobispado de Cochabamba ha comenzado a ver los frutos de años y años de gestiones para restaurar el Convento de Santa Teresa, uno de los más antiguos de la ciudad y parte del circuito cultural y religioso del país. El edificio, que durante siglo albergó a las hermanas de la orden de las Carmelitas, está a un pasó de iniciar su restauración con fondos de la cooperación del Instituto Italo Latinoamericano de Roma.
El arzobispo, monseñor Tito Solari, rememoró los años que la Iglesia gestiona recursos para conservar las edificaciones. “Las cosas que se hacen siempre tienen un origen y la Iglesia valora mucho lo que ha heredado de la historia”, dijo.
Explicó que fueron muchos años, más de diez, en los que buscaron captar el interés para encarar la restauración del Convento de Santa Teresa y otros, ubicados en el valle alto y Santiváñez, y realizar un inventario de sus edificaciones. Detalló que por mucho tiempo él, el monseñor Eugenio Coter y la hermana Carmen Álvarez que impulsó la restauración de un convento en Potosí, buscaron fondos para la restauración pero no tuvieron éxito. A pesar de no obtener respuesta en ningún lado siguió con su búsqueda y logró que la Fundación Cari-Pro destine 200 mil euros para crear una escuela de restauración y lance un concurso para su rehabilitación. Sin embargo, la última fase quedó truncada.
Solari expresó que el interés se centra en un conjunto de construcciones. “Hemos puesto los ojos, sobre todo, en unos edificios importantísimos que tenemos Santa Teresa, Collpa Ciaco y Santiváñez, que es el menos conocido y quizá el más bello y el más destruido”. Precisó que una de las edificaciones que más lo sorprendió fue el convento y hacienda de Santiváñez.
“Cuando yo lo visite, el convento, hace 15 años, me pareció entrar en el palacio Ducal de Venecia”. Solari enfatizó que se han consolidado las gestiones con el Instituto Italo Latinoamericano, para un crédito concesional de 12 millones de euros para restaurar los templos en de Potosí y Cochabamba.
“Una persona clave en esto ha sido el exembajador de Italia, doctor Eugenio Campo, que nos puso en contacto con el instituto, que ya había realizado restauraciones en otros países y mostró interés en restaurar este convento”, explicó.
El instituto envió dos evaluadores que elaboraron un informe positivo. Expresó que también fue importante la intervención del director de la cooperación italiana, Domenico Bruzzone y de su esposa Marvi Saccarello. El siguiente paso es la firma del convenio.
