Huella urbana avanza hacia últimos suelos fértiles y ríos
El Área Metropolitana de Cochabamba –conformada por los municipios de Sipe Sipe, Vinto, Quillacollo, Tiquipaya, Colcapirhua, Cercado y Sacaba– fue incluida en 2012 como la urbe boliviana que participará en la iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El diagnóstico incidió en la necesidad de revertir los patrones socioambientales que reproducen la pobreza, el deterioro ambiental y la calidad de vida. El estudio incidió en que los siete municipios del eje se encuentran en un momento de inflexión por la rápida urbanización sin planificación que se dio en la última década.
La ocupación caótica de la tierra generó enormes desafíos socioespaciales y ambientales para los municipios. Otro efecto es la perdida de las tierras productivas y su impacto a mediano plazo en la seguridad alimentaria.
El presidente del Colegio de Arquitectos de Cochabamba, Rafael Sainz, lamentó que no haya acciones coordinadas entre las alcaldías del eje y el Instituto de Reforma Agraria (INRA) para frenar los loteamientos y asentamientos ilegales.
“La propuesta que nosotros tenemos es que se planifique cuáles son las áreas de crecimiento en todo el departamento para que se conozca a través de técnicos y se haga respetar como área agrícola, como equipamiento, sin que haya cambio de uso de suelo”, sugirió Sainz.
Dijo que el componente político siempre estuvo presente en las promesas para regularizar construcciones. Pero, la región necesita planificar.
“Debe existir un proyecto de aquí a 50 años de qué es lo que queremos los cochabambinos más allá de quién sea o no el alcalde o autoridad”, exhortó Sainz. De lo contrario, hacia futuro, el caos se apoderará de los espacios con calles angostas, sin espacios de esparcimiento, de equipamiento o áreas verdes para que las personas tengan calidad de vida, avizoró Sainz.
Un grupo de técnicos que trabaja en regularizar la problemática de los asentamientos ilegales comentó que en El Paso se impuso el interés político. La falta de acciones provocó que los loteadores se extiendan.
“Es un proceso especulativo que no está siendo controlado ni por las subalcaldías ni autoridades municipales, departamentales y nacionales, mientras tanto la gente espera leyes de excepción” para regularizar su derecho propietario, afirmó uno de los técnicos.
Aunque han transcurrido tres años desde que el BID incluyó a la urbe en el proyecto de ciudades sostenibles muchas de las condiciones que advirtió como negativas, porque provocan un deterioro de las condiciones de la calidad de vida, han empeorado.
Los asentamientos se establecen sin planificación y ahora además han comenzado a invadir las áreas agrícolas, patrimoniales y naturales.
Ciclo “Mercado de Tierras”
Con el fin de reflexionar sobre la falta de un rumbo que oriente el crecimiento sostenible de la metrópoli, donde se concentra el 65 por ciento de la población del departamento con 1,1 millón de habitantes, Los Tiempos inicia un ciclo sobre esta problemática denominado “Loteamientos y Mercado de Tierras”.
La primera parte que se presenta este 12 de junio aborda la situación en la ciudad y el valle bajo. El 19 de junio se abordará la situación de Tiquipaya, Colcapirhua y Sacaba. El 26 de junio el valle alto y Parque Tunari.