Alalay emana dos gases muy tóxicos
La laguna Alalay emana dos gases altamente tóxicos: el ácido sulfhídrico (H2S) -olor similar al “huevo podrido”- y metano, por la descomposición de materia orgánica, por lo que urge instalar medidores y mitigar el impacto en la salud de la población con químicos, afirmó ayer el investigador y ecólogo de la Universidad Católica Boliviana (UCB), Eduardo Morales.
Añadió que estos gases son volátiles y fétidos. La aseveración coincide con los reclamos de los pobladores que reportaron malestares como problemas gastrointestinales, dolores de cabeza y vómitos.
El bus médico, que prestaba atención en la laguna Alalay, atendió a 150 pacientes con estos síntomas en una semana.
Un estudio realizado por el Viceministerio de Medio Ambiente, tras la primera mortandad de peces, ya halló niveles altos de H2S, también denominado sulfuro de hidrógeno. Entonces los valores fueron de 0,19 miligramos por litro cuando lo permisible para la supervivencia de la vida acuática es 0,1.
El gas se genera por la descomposición de materia orgánica y desechos humanos o aguas negras. A ello se suma que las algas producen bacterias.
Ante esta crisis, Morales dijo que una tarea “urgente” es instalar detectores de gases tóxicos en la laguna para determinar su concentración. Éstos deberán estar en escuelas, la Felcc y otros puntos estratégicos.
Después se pueden iniciar acciones utilizando, por ejemplo, químicos para eliminar las algas. Entretanto, las tareas a mediano plazo consisten en el dragado y la eliminación de todos los nutrientes, sobre todo de fósforo y azufre, que ingresan a la cubeta a través del río Rocha, la basura, reventones de alcantarilla y conexiones clandestinas de aguas residuales.
A largo plazo, se requiere un manejo integral de la cuenca Maylanco, la provisión de buen alcantarillado, el ingreso de agua de buena calidad y un plan de manejo integral. El ecólogo ponderó que la Alcaldía adelante algunas tareas; sin embargo, lamentó que algunos trabajos no sean efectivos. “Cuando hubo la mortandad masiva de peces, el 10 de marzo de este año, ya deberían haber tomado medidas extremas. Qué esperaban después de la muerte masiva de peces”, cuestionó.
ELABORAN BASES DE UN PLAN
Un equipo interinstitucional conformado por la Universidad Católica Boliviana (UCB), Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Gobernación, Alcaldía y el Servicio Departamental de Salud (Sedes) trabaja en un plan para intervenir Alalay.
El equipo consta de cinco comisiones: de estudio de las cianobacterias, gases tóxicos, lodos, hidráulica, y manejo sostenible del ecosistema. Esperan tener resultados en cuatro semanas.
De acuerdo información municipal, se conoce que en 2015 la Alcaldía invirtió un promedio de 10 millones de bolivianos en la laguna Alalay. En 2016, el presupuesto asciende a 22,7 millones de bolivianos destinados al plan de mediano y largo plazo y 3,9 al plan de emergencia para salvar el lugar después del desastre ambiental, la mortandad de peces y aves.
En declaraciones pasadas, el director de Medio Ambiente de la Alcaldía, Elvis Gutiérrez, informó que la batimetría (medición de lodos) demandará una inversión de 200.000 bolivianos, el dragado 70 millones y el retiro de sedimentos 13 millones. El concejal Sergio Rodríguez informó que la Alcaldía sólo ejecutó el 13 por ciento de todos los recursos destinados a Medio Ambiente.