Surgen nuevas metas y desafíos
Con la entrega del Pabellón Oncopediátrico, si bien se concretó un gran objetivo, los impulsores de este proyecto coinciden en que las tareas no han terminado y que hay otras metas que perseguir y alcanzar para devolverles y asegurarles una esperanza de vida a los niños, niñas y adolescentes que sufren de cáncer.
Dentro de unos días más, cambiará radicalmente la realidad del Servicio de Oncología Padriátrica del Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel y de sus pequeños pacientes, dejarán los 60 metros que ocupaban para instalarse en los nuevos ambientes modernos, acogedores, amplios y coloridos de tres plantas con más de 1.246,21 metros cuadrados construidos.
El desafío de los impulsores es poder completar poco a poco con el equipamiento y conseguir la dotación de más ítems para personal, además de concretar en mediano plazo la construcción de un quirófano en la tercera planta. Asimismo, identifican otros necesidades, como un mayor acceso y reducción de los costos de los medicamentos, así como de los análisis que requieren los pacientes, para asegurar su tratamiento.
“Se tiene ahora esta nueva infraestructura y parte del personal que necesitamos, pero estamos previendo a estas nuevas instalaciones van a llegar más pacientes y se va necesitar más personal médico, de enfermería, fisioterapia, psicología y trabajo social especializado en oncopediatría, para desarrollar un trabajo óptimo”, señaló la responsable del Servicio de Oncología Infantil, Beatriz Salas.
En cuando a equipamiento, dijo que se tiene una campana flujo laminar, pero hace falta otra que es costosa que ojalá pronto la puedan adquirir.
Asimismo, en cuanto a los proyectos futuros dijo que se tiene prevista una segunda fase del pabellón para la construcción de un quirófano oncológico infantil, debido a que, actualmente, las cirugías las realizan en el único quirófano del Hospital Pedriátrico y debido a que hay hacinamiento en este centro, no se puede operar de emergencia.
“Es un equipamiento (el quirófano) bastante costoso”, precisó Salas, agregó que otro desafío que se tiene es contar con servicio de patología oncológica, con un banco de tumores.
“Esperamos que sea a mediano plazo para dejar esto trunco. Cuando la gente vea que su esfuerzo ha dado fruto, que lo que prometió Oncofeliz se hizo realidad con la mediación de la Telemaratón, va a abrir su corazón y ojalá se pueda seguir haciendo más por estos pacientes”, remarcó la oncóloga.
“En estas nuevas instalaciones los niños se van a sentir más dignos, porque se les dará una calidad de vida, si bien para muchos hemos llegado demasiado tarde, hoy muchos otros que esperan que sus días sean mejores, más agradables. No estar en una cama que debe desocupar en cualquier momento para que pueda ingresar otro niño”, manifestó Esther Machaca, del directorio de la fundación Oncofeliz.
Señaló que las damas voluntarias son las grandes aliadas, por su apoyo sobre todo con medicamentos, sin embargo “no hay dinero que alcance, cuando llega el cáncer, y los medicamentos nunca van a dejar de faltar, eso es real, además de que éstos son costosos en relación a otros, el acceso a estos es un gran problema para la mayoría de las familias”, expresó.
La obra es maravillosa, pero los ítems son pocos, se ha pedido al gobernador su aporte como entidad gubernamental con la dotación de por lo menos la mitad de los 14 ìtems nuevos que se requieren, porque el actual personal –una oncóloga y cinco enfermeras– no puede multiplicarse o hacer magia, manifestó la presidenta de la Fundación Telemaratón, Angélica Lazarte.
“La sociedad ha hecho posible esa infraestructura con sus aportes, ahora corresponde a las entidades correspondientes, actuar en consecuencia y asegurar su funcionamiento, dotar de lo que hace falta para garantizar su sostenibilidad”, remarcó.
Señaló que se ha proyectado la construcción de una tercera planta en la nueva infraestructura, en la parte de la terraza, para más salas o un quirófano, de manera que pueda seguir creciendo.
Por otra parte, señaló que el pabellón oncológico ha sido construido para los niños, así lo ha querido la gente, por lo que las autoridades de salud deben respetar esa voluntad y no cambiar este fin y utilizarlos para otras necesidades.
GRATUIDAD Y MENORES COSTOS
“Ojalá que el Gobierno se sensibilice con la realidad de los niños con cáncer, con nosotros (los papás) y la atención sea gratuita, porque debemos venir varios días y no nos alcanza para pagar. Son cada siete días las consultas y debemos pagar por cada una”, pidió la mamá de una menor que hace dos años le diagnosticaron leucemia y está recibiendo quimioterapia.
Delcy Serrano, mamá, señaló que, además de las consultas, deben pagar los análisis y algunas veces hasta para conseguir sangre. “Si el Gobierno nos ayudará, no tendríamos que gastar los 60 a 80 bolivianos que mínimo gastamos por día”, expresó.
Con los medicamentos, dijo que tienen la ayuda de las damas voluntarias y la fundación Oncofeliz.
Otra mamá, de un adolescente que le diagnosticaron hace tres años leucemia, señaló que para cubrir los gastos del tratamiento de su hijo y mantener a su familia debe lavar ropa cuando puede, porque la mayoría del tiempo se la pasa en el hospital.
Manifestó que el costo de cada uno y los frecuentes análisis que debe realizarse su hijo son costosos, por lo que pidió a las autoridades gubernamentales de salud un tipo de ayuda para cubrir todos esos gastos.