Derivan pacientes al Viedma por falta de ítems y equipos
Los tres servicios de salud que pueden ayudar a descongestionar la atención en los hospitales del complejo Viedma, los centros de salud K’ara K’ara, Alalay y el Hospital Cochabamba, carecen de insumos, personal y equipos suficientes para funcionar de manera óptima las 24 horas, según se verificó, ayer.
Los tres servicios son parte del primer nivel de atención, destinado a resolver dolencias comunes como diarreas, resfríos, fracturas, partos, infecciones y heridas; pero derivan sus pacientes al servicio de tercer nivel del Viedma, que está orientado a resolver casos complejos como traumas, hemorragias, intoxicaciones y otros que requieran de especialidades.
El centro de salud Alalay atiende 24 horas pero sólo partos normales y emergencias leves como curaciones. Ni siquiera cuenta con un equipo de rayos X y envía a un paciente con fractura al Viedma. Tampoco tiene anestesiólogo para las cesáreas, dijo la responsable de emergencias, Cresencia Zeballos.
El centro de salud K’ara K’ara, ubicado en la zona del botadero, atiende 16 horas con cinco médicos y seis enfermeras. Para ampliar su atención a 24 horas necesita seis médicos más.
El servicio sólo atiende curaciones, porque no tiene rayos X. Cuando llega un paciente con fractura, se lo deriva al Viedma, dijo el director Mauro Paredes. “No tenemos Nutribebé desde hace tres meses; es muy necesario porque tenemos niños con desnutrición en esta zona”, declaró el director.
El Hospital Cochabamba atiende las 24 horas partos normales, cesáreas, fracturas y otras dolencias; sin embargo, le faltan 37 ítems y medicamentos, dijo el director Adolfo Ventura.
Entre los insumos que faltan está el microgotero. “Si tenemos un bebé con deshidratación, no podemos solucionar este problema tan fácil por falta de este insumo y tenemos que derivarlo al Viedma y colapsamos el sistema de salud”, declaró.
Emergencias atiende entre 60 y 100 pacientes al día. La mayoría es gente en situación de calle y de escasos recursos que trabaja en los mercados.
“No tenemos un fondo para la atención de personas indigentes, por lo que los residentes, médicos y enfermeras a veces tenemos que dar cuota para no dejar a esa persona sin atención”, indicó Ventura.
VIEDMA TIENE SÓLO 10 CAMILLAS
La demanda de atención sobrepasó ayer la capacidad del servicio de emergencias del hospital clínico Viedma. A ello se suma que cinco de las 15 camillas están en mal estado y los pacientes son atendidos en sillas de ruedas y gradillas de metal.
El hospital también recibe una gran cantidad de pacientes en consulta externa que duerme en el lugar para conseguir una ficha. Muchos llegan a partir de las 23:00. Las especialidades más requeridas son cardiología y urología.
Después de la muerte del indigente Luis Enrique Flores Balboa, de 35 años, en una banqueta del hospital Viedma, el domingo, la directora del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Lidia Astroña, indicó que se ha solicitado un informe a la directora del hospital Viedma, Deysi Rocabado, para determinar qué sucedió.
En declaraciones a un canal televisivo, la directora del Viedma explicó que el paciente solicitó su alta a las 18:45, por lo que no se le pudo obligar a permanecer y mostró un documento con la huella del fallecido. La Defensoría del Pueblo investiga el caso porque aparentemente el paciente no fue advertido del riesgo que corría su vida a causa de una dolencia hepática.