Inseguridad: 46 por ciento de cochabambinos quiere un arma
Los Cochabambinos que habitan la región Metropolitana del departamento son los que menos confianza tienen en la administración de justicia del país, con relación a sus similares de Santa Cruz y La Paz, especialmente si sufrieron un robo.
El dato es parte de una encuesta en las áreas metropolitanas de los departamentos mencionados realizada por el Foro Regional, conformado el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) y Ciudadanía y en alianza con Los Tiempos.
Consultados sobre “¿cuánto confiaría que el sistema de justicia castigue al culpable si usted fuera víctima de robo? Los encuestados de Cochabamba, en un 46,2 por ciento, respondieron que “nada”, no confiarían nada.
Sólo un 6 por ciento dijo que confía “mucho” en la justicia. Con leve diferencia, en Santa Cruz y La Paz la respuesta que más adeptos tiene también es “nada”, con 35,6 por ciento en el primero y 45,5 en el segundo.
La desconfianza en la administración de justicia va pareja con otra respuesta que dieron los cochabambinos relacionada con la necesidad de portar un arma para protegerse.
Un 46 por ciento de los consultados en el departamento, por temor a la delincuencia, sí quisiera tener un arma de fuego.
Este dato es menor en Cochabamba con relación a La Paz y Santa Cruz que, en mayor porcentaje, sí quieren poseer un arma de fuego para protegerse: 52,6 por ciento y 58,6 por ciento, respectivamente.
Y no es para menos, en Cochabamba el 36,9 por ciento dijo que fue víctima de algún tipo de acto de delincuencia en los últimos 12 meses, desde robo y chantaje hasta extorsión. El restante 63,1 por ciento no fue presa de los delincuentes.
Comparado con otros departamentos, en Santa Cruz el 30 por ciento sí fue víctima de la delincuencia y en La Paz el 38 por ciento.
Entre los cochabambinos que fueron víctimas de actos delincuenciales la mayoría, un 42 por ciento, sufrió robo sin arma y sin agresión.
Le siguen los que fueron asaltados sin arma, pero con agresión o amenaza en un 16,4 por ciento.
En menores porcentajes, también sufrieron agresión física sin robo (3,4 por ciento); daño a la propiedad (4,1 por ciento); robo de casa (9,6 por ciento).
En tanto, en Santa Cruz un 35 por ciento de los encuestados sufrió robo sin arma ni agresión, y en La Paz el porcentaje es similar, 37,5 por ciento.
Gran parte de los cochabambinos tiene conocimiento de que en su barrio o comunidad se produjeron actos delincuenciales y de los que, además, fueron víctimas. El 50,3 por ciento respondió afirmativamente a esta pregunta.
En tanto, otro porcentaje considerable tiene conocimiento de que en el municipio se producen actos delincuenciales, un 27 por ciento respondió afirmativamente a la pregunta.
Los cochabambinos también tienen conocimiento de actos delincuenciales cometidos en otros municipios, pero en menor porcentaje, un 22,1 por ciento respondió afirmativamente a esta pregunta.
Con relación al conocimiento que tienen sobre actos delincuenciales en el área metropolitana del departamento de La Paz, los encuestados responden en un 13,3 por ciento que tienen conocimiento del hecho, porque ocurrió en su hogar. El 35,7 por ciento de los cruceños asegura que tiene conocimiento porque el hecho delincuencial ocurrió en su barrio o comunidad, frente al 39,2 por ciento que respondió que fue en su municipio; el 11,2 por ciento dijo que supo que el acto delincuencial ocurrió en otro municipio; finalmente, un mínimo porcentaje, 0,7 por ciento, aseguró que supo qué hecho delictivo ocurrió en otro país.
En Santa Cruz los datos se asemejan a Cochabamba: un 20,9 por ciento respondió que el hecho delincuencial del cual tuvo conocimiento el encuestado ocurrió en su hogar.
En tanto, un 43,5 por ciento respondió que se enteró que el acto delincuencial ocurrió en este municipio.
Un 27,8 por ciento respondió que tiene conocimiento de actos delincuenciales que ocurrieron en su barrio o comunidad.
Cochabamba es el departamentos donde la mayor cantidad de encuestados asegura que el hecho ocurrió en su hogar.
ALTA SENSACIÓN DE INSEGURIDAD
Los habitantes de la Región Metropolitana del departamento de Cochabamba, que abarca a siete municipios, no se sienten seguros en su barrio frente a la posibilidad de ser víctimas de un asalto o robo.
Esa certeza es contundente por las respuestas que dan ante la consulta: “hablando del lugar y barrio donde usted y pensando en la posibilidad de ser víctima de un asalta o robo, ¿Usted se siente muy seguro; algo seguro; algo inseguro; o muy inseguro?”
Un 44,7 por ciento asegura que se siente algo inseguro y un 22,2 por ciento se siente muy inseguro. En otras palabas un 64,9 por ciento de los encuestados no se siente seguro.
Los cochabambinos que aseguran que se sienten muy seguros son un mínimo porcentaje, un 4,6 por ciento.
En el departamento de La Paz, con pocas variaciones, pero la sensación de inseguridad también es contundente. El 39,3 por ciento de los paceños asegura que se siente algo inseguro y el 28,8 muy inseguro.
Con ligera variación con relación a Cochabamba, el porcentaje de los paceños que se sienten muy seguro es del 6,8 por ciento.
Los habitantes de la zona metropolitana de Santa Cruz coinciden con sus similares de Cochabamba y La Paz en cuanto a la percepción que tienen sobre la inseguridad. Un 33,9 por ciento asegura que se siente algo inseguro frente a la posibilidad de ser víctima de un robo y un 29,1 por ciento se siente muy inseguro. Santa Cruz registra el mayor porcentaje de encuestados que se sienten muy seguros, el 7,5 por ciento.
ANÁLISIS
DANIELA SOTO ARAMBURO
INVESTIGADORA DE CIUDADANÍA
Inseguridad y una mirada de género
Cuando se habla sobre la inseguridad ciudadana en perspectivas de género generalmente se hace referencia al análisis de los hechos de inseguridad ciudadana vinculadas a agresiones físicas y sexuales. Pero, ¿qué sucede con las mujeres en los otros hechos de inseguridad ciudadana? Los resultados preliminares de la encuesta del Foro Regional (2017) en las principales regiones metropolitanas del país (Cochabamba, La Paz y Santa Cruz) nos muestran que entre personas que fueron víctimas de algún acto de inseguridad ciudadana en los últimos doce meses, el 53 por ciento fueron mujeres.
En una sociedad regida por un estado de derecho, se espera que los casos delincuenciales sean castigados por medio del sistema judicial y no queden impunes, determinando que el sentimiento de vulnerabilidad de la población sea menor y se sienta protegida por las instituciones designadas a esa función. Cuando se preguntó “Si usted fuera víctima de un robo o asalto ¿cuánto confiaría que el sistema judicial castigue al culpable?” El 79 por ciento de las mujeres encuestadas en Cochabamba respondieron que confiaban poco o nada que se castigue al culpable.
A comparación de la respuesta obtenida en Santa Cruz y La Paz (74 por ciento de las mujeres de ambos departamentos respondieron que confían poco o nada que se castigue al culpable), las mujeres de Cochabamba figuran como las más desconfiadas en la eficacia del sistema judicial ante este hecho particular de la inseguridad ciudadana.
El sentimiento de vulnerabilidad e impunidad, ante la inseguridad ciudadana, genera que la población busque protección propia o autodefensa. El 43 por ciento de las mujeres en Bolivia quiere tener un arma de fuego para su protección, lo que demuestra que el sentimiento de desamparo que tiene la población frente el estado genera una respuesta individual.
Ahora bien, esta percepción está basada en una lógica de sobrevivencia individual y no colectiva, tendencialmente orientada a defender la vida y libertades de cada cual sin importar el otro, sin importar el género, debido al elevado nivel de impotencia ante el sistema judicial.