Sacaba y Quillacollo, con desafíos comunes en agua y transporte
El crecimiento excesivo del parque automotor, el caos vehicular, la falta de servicios, la contaminación del agua y del aire son problemas comunes que enfrentan Sacaba y Quillacollo.
Esa falta de condiciones hace que los habientes no tengan una vida óptima. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) analizó la calidad de vida en el mundo y, según el estudio de 2015, Bolivia se encuentra en el puesto 119. Para determinar esta situación, se miden los indicadores de mortalidad, acceso a servicios básicos, salud y educación (Ver infografía).
Según el sociólogo de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) Fernando Salazar, Sacaba y Quillacollo cuentan con empresas municipales de agua y saneamiento básico. Sin embargo, el 90 por ciento de las fuentes de agua son controladas por sistemas comunitarios.
“El Estado nunca hizo nada por ellos. Se confía en la calidad del agua de la cordillera y se trata el líquido de los pozos, pero no se tiene agua potable. Se pensaba que la solución era Misicuni, pero, hasta el 2022 o 2025, estos dos municipios no van a recibir nada de la represa y, además, que ni siquiera se cuenta con las redes, lo cual costaría millones de dólares”, explicó Salazar.
Por otro lado, esta situa ción se agrava porque no se hace un manejo de las aguas grises. Sacaba es el municipio con un mayor avance al respecto, pues recientemente inauguró su planta de tratamiento de El Abra. Mientras, trabaja en la construcción de otra.
“No es ningún secreto que muchas comunidades desechan sus aguas servidas al río Rocha, y luego se riegan sembradíos con eso mismo. Es un milagro que no tengamos una pandemia, pero eso es también un problema de salud”, afirmó Salazar.
Por su parte, la asambleísta departamental, Cinthya Mendoza, afirmó que la deficiente calidad de vida también se ve en las patologías que llegan a los pocos centros de salud de primer y segundo nivel de ambos municipios (Ver infografía).
“La gente sigue muriendo por contaminación, por infecciones agudas, que están relacionadas con la calidad de vida. La pena es que no se ven políticas preventivas en ninguno de los niveles de Gobierno. Se sigue pensando que invertir en salud, en prevención, es un gasto y así no se va a poder cambiar”, afirmó la legisladora.
Otro aspecto que genera malestar en los pobladores de ambos municipios es el caos vehicular. Sacaba es la ciudad de tránsito del transporte que llega desde el oriente. En tanto, Quillacollo recibe a los motorizados de paso del occidente del país.
“Uno pierde el tiempo en la trancadera. Los bocinazos son insoportables y todo el tiempo es caos aquí en la plaza Bolívar (de Quillacollo)”, afirmó una pobladora, Lucía Medrano.
Recientemente, Quillacollo firmó un convenio con la cooperación suiza Swisscontact para la elaboración de un Plan de Movilidad Urbana que permita el ordenamiento vehicular.
En tanto, Sacaba cuenta con una terminal de buses prácticamente nueva, pero que se utiliza muy poco.
El municipio de Quillacollo está por concluir su terminal en la zona sur. Por el momento, los buses usan una avenida para dejar y recoger pasajeros.
FALTAN POLÍTICAS SOCIALES
El delegado de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox, lamentó que no se cuente con políticas sociales o que éstas sean escasas. Mientras tanto, siguen sumando los casos de feminicidios, infanticidios, violaciones y otros.
“En este punto se ve una mayor preocupación de parte de Sacaba, que asume algunas políticas preventivas, pero en Quillacollo no se ve nada. No se incentivan espacios recreativos para familias ni se fomenta la formación de técnicos para ayudar a que, cuando alguien decida formar una familia, tenga las posibilidades de encontrar trabajo y generar mejores condiciones de las que quizá tuvo cuando se crió”, afirmó Cox.
ACCESO A LA SALUD
Centros no tienen especialistas a tiempo completo
Sacaba y Quillacollo cuentan con un centro de segundo nivel, en cada municipio, que son administrados por las alcaldías con médicos del Servicio Departamental de Salud (Sedes). Sin embargo, ninguno cuenta con especialistas las 24 horas.
La asambleísta departamental Cinthya Mendoza (Demócratas) señaló que estos centros cumplen con funcionar la 24 horas, principalmente, por lo que respeta a emergencias. Sin embargo, existe la falencia de especialistas, lo cual es una necesidad para los pacientes.
“Si de verdad se pusiera en pleno funcionamiento estos centros, se descongestionaría el hospital Viedma, porque, además, mucha gente piensa que no va a tener al médico que necesita cuando va a ir y directamente prefiere irse al de tercer nivel”, aseveró. A esto se suma que los centros de primer nivel no atienden más de seis horas.
SERVICIOS BÁSICOS
Servicios comunitarios dotan más agua que empresas
La cantidad y calidad de agua que reciben los pobladores de Sacaba y Quillacollo es deficiente. Si bien la sequía afecta a casi a todo el departamento, tampoco se entrega agua potable, señaló el investigador de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) Fernando Salazar.
En el caso de Sacaba, las fuentes de agua son lagunas en las alturas. “Se confía en que el agua que baja del Tunari es limpia y se le hace un tratamiento mínimo. Las comunidades son las que administran esto”, dijo.
En tanto, en Quillacollo, el agua proviene de los pozos que se tiene en el playón Marquina. En este caso, el agua tiene muchos contaminantes, por lo que se la trata un poco más.
Sin embargo, en ambos casos, el líquido es escaso y no tiene las condiciones óptimas para el consumo. La mayoría de las familias opta por hervir el agua, sino, se enferman.
MEDIO AMBIENTE
La calidad del aire es “mala” más de la mitad del año
La situación medioambiental tampoco es favorable en ninguno de los dos municipios. Sacaba es conocida por ser la que más contamina el río Rocha con la descarga de aguas servidas. Sin embargo, ya implementó una primera planta de tratamiento y trabaja en la segunda.
En tanto que el municipio de Quillacollo tiene problemas, principalmente, en lo que respecta a la contaminación del aire, sobre todo en el casco viejo por la gran cantidad de vehículos del parque automotor.
Según mediciones realizadas por la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire (MoniCA), el 56 por ciento de los días del año se respira un aire de “mala” calidad, por la gran contaminación. El peor mes para los quillacolleños es julio, debido a las quemas y el descenso de las temperaturas. Sólo en un 26 por ciento del año el aire es considerado “bueno” .
OPINIONES
FERNANDO SALAZAR, SOCIÓLOGO INVESTIGADOR UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN
“La contaminación es constante”
Existen varios aspectos que ver en el tema del agua. Está la falta de acciones del Estado, se pensaba en Misicuni como la solución, pero a Sacaba y Quillacollo puede tardar hasta el 2022 o 2025 para tener agua.
Vivimos en una contaminación constante y cerca de una pandemia. Si no nos da algo es porque realmente nuestro cuerpo se ha acostumbrado. Pero es una pena, porque esto ni siquiera está en agenda para tratarse de forma seria y no política.
CINTHYA MENDOZA, ASAMBLEÍSTA DEMÓCRATAS
“Se falla en brindar el servicio de salud”
La calidad de vida en Sacaba y Quillacollo, si miramos desde la salud, es mala. No se cumplen con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señalan cómo debe ser el acceso a los servicios de salud.
Estamos fallando en proveer el servicio de salud a la población. Los centros y hospitales están colapsados, no hay los médicos suficientes, faltan medicamentos, insumos y demás requerimientos.
NELSON COX, DELEGADO DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
“No hay políticas para la formación”
Uno de los aspectos que llama la atención en lo que refiere a calidad de vida es que no se tienen políticas para incentivar a la formación técnica de los bachilleres. Motivar a los emprendedores a generar negocios y de este modo tener mejores condiciones de vida.
En la actualidad, muchos optan por ser comerciantes y dedicarse al transporte. Además, los comerciantes sólo revenden otros productos, no innovan.