Los islamistas egipcios incendian universidad
El Cairo |
Los Hermanos Musulmanes continúan con su desafío al Gobierno egipcio, que ha declarado a la cofradía “un grupo terrorista”.
Por segundo día de la “semana de la ira” los enfrentamientos se han intensificado con manifestaciones en la universidad de Al Azhar, que han cobrado la vida de un estudiante y han dejado al menos cuatro heridos, dijo a Efe una fuente de seguridad.
La víctima mortal fue identificada como simpatizante de la Hermandad. La Policía ha reportado al menos 60 detenidos de los Hermanos Musulmanes, afines al depuesto presidente Mohamed Morsi.
Las movilizaciones de las asociaciones estudiantiles afines a los Hermanos Musulmanes y la contundencia de las fuerzas de seguridad a la hora de reprimirlas han disparado la agitación en las universidades egipcias, convertidas en el principal foco de resistencia antigubernamental.
Ayer, un grupo de estudiantes islamistas han prendido fuego a la Facultad de Comercio de la universidad de Al Azhar, en El Cairo.
El incidente se ha producido un día después de una nueva jornada de protestas por parte de los seguidores de Mohamed Morsi, el presidente islamista depuesto en julio por un golpe de Estado. De acuerdo con el último balance oficial, los disturbios callejeros, que tuvieron lugar en diferentes provincias del país, se saldaron con la muerte de cinco personas y el arresto de 265 manifestantes. En la ola de violencia que siguió al golpe, han muerto ya al menos 1.500 personas, la mayoría simpatizantes de los Hermanos Musulmanes, que han visto cómo su cúpula y decenas de dirigentes provinciales han sido encarcelados.
El sábado, a primera hora, mientras se efectuaban los exámenes de final de semestre en Al Azhar, un grupo de alumnos ingresaron en la facultad e incendiaron el edificio. El siniestro fue controlado por los bomberos, luego de que el fuego devastó dos plantas enteras del recinto. La acción forma para de una campaña de las asociaciones pro-Morsi de paralizar el funcionamiento de las universidades, y específicamente, impedir la celebración de los exámenes.