Trump evita hablar de terrorismo y armas tras matanza de Las Vegas
Washington y Las Vegas |
El presidente de EEUU, Donald Trump, no tarda en tachar de terrorista a los musulmanes que recurren a la violencia, pero nunca usa esa etiqueta cuando otros perpetran actos horrendos, ni tampoco se refiere al uso de armas de asalto en territorio estadounidense.
Para Trump la violencia tiene un nombre distinto dependiendo de la religión del autor: si un musulmán asesina, es un terrorista. Si es cristiano y blanco, mejor esperemos.
La mesurada reacción del Presidente, el pasado lunes, a la masacre en Las Vegas contrasta con su rapidez en usar la palabra terrorismo cada vez que un musulmán perpetra acciones similares.
El Presidente envió un tuit a las 7:11 hora local en el que ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas: “Mis condolencias y compasión más cálidas para las víctimas y familias del terrible tiroteo de Las Vegas. ¡Que Dios les bendiga!”
Unas cuatro horas más tarde, el Presidente apareció en televisión para leer unas breves palabras en las que llamó a la unidad y la fortaleza frente a la matanza de al menos 59 personas en Las Vegas a la que llamó “acto de pura maldad”.
Al menos 59 personas murieron y más de 500 resultaron heridas cuando Stephen Paddock, un hombre blanco de 64 años, abrió fuego desde el piso 32 del Hotel Mandalay Bay contra la multitud que asistía a un concierto de música country. Esta matanza a tiros es la mayor de la historia de EEUU, superando a los 49 muertos en un club gay de Orlando, el 12 de junio del año pasado.
Entonces, el autor fue un musulmán nacido Ppresidente era candidato a la presidencia. Las primeras palabras de Trump sobre la matanza fueron un tuit autocongratulatorio:
“Aprecio las felicitaciones por tener la razón sobre el terrorismo radical islamista, no quiero felicitaciones, quiero dureza y vigilancia. ¡Debemos ser inteligentes!”, tuiteó Trump.
El Mandatario tampoco ha tenido paciencia tras otros ataques perpetrados por personas de religión musulmana. En agosto, después del atentado que causó la muerte a 13 personas y heridas al menos a 130 en Barcelona, Trump tardó sólo dos horas en calificar los hechos de “atentado terrorista”. En ese momento no había aún confirmación de que tal fuera el caso por parte de las autoridades en España.
Ayer, el Presidente dijo que el tiroteo del domingo en Las Vegas fue obra de “un hombre demente” y evitó de nuevo hablar del control de las armas de fuego en el país.
En unas breves declaraciones a periodistas antes de viajar a Puerto Rico, Trump describió al atacante como “un hombre enfermo”, “un hombre demente”, “con un montón de problemas, me imagino”, sin mencionar que se encontraron 23 armas de fuego en la habitación del hotel desde donde disparó contra los asistentes a un concierto.
El Mandatario evitó una vez más condenar o simplemente referirse a la violencia por armas de fuego, en la misma línea de sus declaraciones de este lunes.
ALARMANTES CIFRAS
256 millones de armas poseen los norteamericanos, según un estudio de las universidades de Harvard y Northeastern, de 2015. Unos 133 millones de armas se concentran en el 3 por ciento de los americanos adultos.
55 millones de norteamericanos poseen por lo menos un arma. En promedio, tienen tres armas. Según un estudio del Pew Research Center, tener un arma es esencial para su libertad.
7,7 millones de norteamericanos pertenecen al grupo de los “superdueños de armas”, según un estudio de las universidades de Harvard y Northeastern. Ese grupo es propietario de entre 8 y 140 armas.
El 31 por ciento de los tiradores seriales del mundo viven en EEUU, aunque el país aporta tan sólo el 5 por ciento de la población mundial.
PIDEN DEBATE SOBRE ARMAS
Como sucede siempre que se reportan hechos de este tipo, se alzaron las voces de quienes exigen una mayor restricción de la posesión de armas.
“¿Cuánto tiempo dejamos que la violencia armada destruya a las familias? Suficiente. El Congreso y la Casa Blanca deberían actuar ahora para salvar vidas. No hay excusa para la inacción”, escribió en Twitter el exvicepresidente Joe Biden.
La senadora demócrata Elizabeth Warren (Massachusetts) consideró que tragedias como la de Las Vegas han pasado demasiadas veces. “Necesitamos tener una conversación sobre cómo detener la violencia armada. Lo necesitamos ahora”, dijo.
Jim Himes, congresista del partido azul por Connecticut, manifestó que los miembros del legislativo “tenemos sangre en nuestras manos” hasta que se tomen medidas para prevenir actos futuros.
“Después del tiroteo el año pasado en el club nocturno de Pulse, en Orlando, rechacé al Congreso por su inacción continuada frente a un derramamiento de sangre sin fin, no sólo en los disparos masivos, sino en la incesante violencia que acosa a decenas de miles de estadounidenses cada año”, señaló.