Clamor independentista contra el plan de Rajoy
Madrid y Barcelona
Casi medio millón de independentistas salieron ayer a las calles de Barcelona a protestar contra el plan del Gobierno español de Mariano Rajoy de cesar al presidente catalán, Carles Puigdemont, que comparó el momento a la dictadura de Franco.
Encabezados por Puigdemont, 450.000 manifestantes se manifestaron a gritos de “¡libertad!” e “¡independencia!”, después de que el Gobierno central anunciara su intención de cesar a todo el Ejecutivo regional.
Rajoy anunció su intención de conseguir el “cese del Presidente de la Generalitat (Ejecutivo) de Cataluña, del Vicepresidente y de los consejeros que integran el consejo de gobierno”, en un Senado en el que su Partido Popular (PP) tiene mayoría absoluta.
“La idea” es que “los ministerios asuman esta responsabilidad a lo largo del plazo que dure esta situación excepcional”, añadió Rajoy, que dio las gracias a dos partidos de la oposición, el Partido Socialista y Ciudadanos por su apoyo a las medidas tomadas.
Además, el jefe del Gobierno español pidió la potestad de disolver el Parlamento catalán, una competencia actualmente en manos de Puigdemont, para “convocar elecciones en un plazo máximo de seis meses”.
Rajoy quiere restringir la actividad del Parlamento catalán, que no podrá “adoptar iniciativas contrarias a la Constitución española”.
El Senado deberá a fines de mes aprobar el uso de estas medidas al amparo del artículo 155 de la Constitución -nunca usado de pleno en 40 años de democracia- y tendrá la posibilidad de sugerir cambios al plan.
Ante esta situación, Puigdemont tiene hasta el martes por la tarde para presentar alegaciones.
Pero, ayer Puigdemont anunció que dejara en manos del Parlamento autonómico la respuesta al “ataque” por parte del Gobierno español.
OPINIÓN
Contra la voluntad popular
DRINA ERGUETA PERIODISTA
Desde su posición en ámbitos del derecho constitucional, del mundo político, profesional y de las organizaciones sociales de Cataluña, ayer hubo pronunciamientos contra la manera en que el Gobierno español quiere aplicar el artículo 155 de la Constitución, ya que constituye, señalan, un golpe de Estado de facto, una ocupación de instituciones históricas catalanas, una violación de los derechos de la población de elegir a sus autoridades y un intento de humillación a un pueblo que no se siente español.
Se dice que la cesación de todo el Ejecutivo del Govern y el control del Parlament Català, que incluye el control de la Policía y medios de comunicación autonómicos, es el mayor ataque a estas instituciones desde 1939, el inicio de la dictadura franquista. Ahora, se espera una declaración de independencia y sus consecuencias.