A la cárcel exsuperministro de los Kirchner acusado de negociados
Julio De Vido, un exministro que manejó multimillonarias obras públicas en los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, quedó ayer tras las rejas por negocios turbios, al perder su inmunidad parlamentaria.
Momentos antes de la detención, la Cámara de Diputados retiró los fueros a De Vido, en otro golpe para exfuncionarios del kirchnerismo que gobernó 12 años hasta 2015.
Dos jueces pidieron su detención, considerando que quien fue un poderoso ministro no podía ser juzgado en libertad. Creen que podría obstruir dos causas por desvíos de fondos y otras irregularidades en importaciones de gas licuado y en la central térmica a carbón de Río Turbio, en Patagonia.
“No fue un simple ministro. Era una persona muy importante (en el kirchnerismo), muy leal a (Néstor) Kirchner, pero no con tan buena relación con Cristina, en parte por el estilo de De Vido, más bien rudo y no tan intelectual”, dijo a la AFP el politólogo Carlos Fara.
“Era el gran responsable del sistema de control político a partir de la obra pública, y generación de recursos para la actividad política. Como manejo de recursos dentro del estado (entre 2003 y 2015), es el más grande. De Vido es la clave de todo”, añadió.
Minutos después de ser votado el desafuero, gendarmes (policías militarizados) ingresaron a la vivienda de De Vido en el residencial barrio de Palermo, en Buenos Aires, para arrestarlo. Pero el exministro de Planificación, de 67 años y padre de cinco hijos, no estaba. En esos instantes se entregaba en el Palacio de Tribunales.
La cámara baja lo suspendió por 176 votos a favor y una abstención en la cámara de 257 escaños. El bloque Frente para la Victoria (peronistas de centroizquierda, kirchneristas) no bajó al recinto de debate, al considerar que no podía torcer la iniciativa.
La defensa del diputado aseguró que “no fueron dadas las garantías constitucionales” en el juicio, al ser De Vido impedido de declarar antes del desafuero.
Agobio para Fernández
La expresidenta Cristina Fernández (2007-2015), ahora senadora electa, había declarado que no pone “las manos en el fuego por De Vido, ni por nadie”, pero la desgracia del exsuperministro es un nuevo golpe para ella.
En la cárcel ya está condenado a seis años por corrupción el exministro de Transporte de Néstor Kirchner (2003-2007), Ricardo Jaime. Otro detenido es el empresario Lázaro Báez, acusado de amasar una fortuna como concesionario de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, trampolín político del fallecido mandatario.
También está en un penal el segundo de De Vido, José López, arrestado en junio de 2016 cuando intentaba ocultar bolsos con unos 8 millones de dólares en un convento de monjas de la periferia.
De Vido fue hombre de confianza de Néstor Kirchner. Lo conoció cuando era alcalde de Río Gallegos, en Santa Cruz. Cristina Fernández lo mantuvo en Planificación, aunque nunca tuvo la misma cercanía.
De Vido pasó el último fin de semana en su chacra de las afueras de Buenos Aires rodeado de su familia, abogados y sus palomas mensajeras de las que es aficionado.
Ni siquiera fue a votar en las legislativas de medio término, en las que su exjefa política resultó electa senadora.
12 años de Ministro. Fue el ministro más importante de Argentina, quien tocó la mayor partida presupuestaria del país
OPOSITORA ELISA CARRIÓ
Denunció “lobby” de protección. Una de sus más vehementes enemigas es la diputada oficialista Elisa Carrió. Ella había denunciado la existencia de “un lobby” para proteger al exministro en el que incluyó a jueces, empresarios y, sobre todo, a sectores del gobierno del presidente Mauricio Macri.
Descartó presión de Mauricio Macri. “Algunos de este Gobierno, no Mauricio Macri, pueden querer que se proteja a De Vido porque De Vido hacía favores a todos, a los gobernadores, a los alcaldes. Acá hay una orden: proteger a De Vido”, había denunciado constantemente la diputada Carrió.
DIPUTADOS KIRCHNERISTAS DENUNCIAN PERSECUCIÓN
El bloque del opositor Frente para la Victoria (peronismo kirchnerista) en la Cámara de Diputados de Argentina denunció una “persecución a opositores”.
El jefe del bloque de diputados kirchnerista, Héctor Recalde, dijo antes de que comenzara la sesión especial por el desafuero de De Vido que esto se trata de una “persecución hostil” que hace el Ejecutivo de Mauricio Macri a sus opositores. Confirmó que no se presentarán en el pleno ya que el oficialismo reunió la cantidad de legisladores necesaria para reunir quórum y votar a favor del desafuero solicitado.