Jamenei culpa a los “enemigos” de Irán estar detrás de las protestas
El líder supremo iraní, Alí Jameneí, culpó ayer a los “enemigos de Irán” de estar detrás de las manifestaciones que en cinco días han causado al menos 21 muertos y más de mil detenidos, así como de querer perjudicar al país, en su primera reacción ante los acontecimientos.
En los acontecimientos que se registran “en los últimos días, los enemigos de Irán se aliaron para crearle problemas al sistema islámico con varias herramientas de las que disponen, como dinero, armas y Servicios de Seguridad”, dijo Jameneí.
Al menos mil personas han sido detenidas en diferentes ciudades de Irán por haber participado en estas protestas y haber creado disturbios, según informaron autoridades locales a varios medios del país.
Según el Ministerio del Interior, no se ha otorgado ningún permiso para convocar manifestaciones por lo que las autoridades del país consideran que “son ilegales”.
Además, las autoridades de Irán amenazaron ayer a los manifestantes con acusarlos de delitos, algunos de ellos castigados con la pena de muerte.
“Cada día que pase y haya personas detenidas, aumentará su delito y castigo. Nosotros ya no los consideramos manifestantes por sus derechos, sino que quieren perjudicar al régimen”, dijo el presidente del Tribunal Revolucionario de Teherán, Musa Ghazanfarabadí, según la agencia iraní de noticias Tasnim.
Los detenidos se enfrentan a diferentes delitos, entre los que figuran “atentar contra la seguridad nacional” y la “enemistad con Dios” (moharebeh), ambos penados con la condena a muerte, aclaró Ghazanfarabadí.
Según cifras dadas a conocer por algunas autoridades locales, hasta el momento, en Teherán han sido detenidas 450 personas, en la ciudad de Hamedan “más de 150”, en la ciudad santa de Mashad 138, en Arak 100, en Kerman 80, en Orumie 10 y en Azad Shahr 4.
En el ámbito internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta de la red social Twitter, se refirió ayer nuevamente a las protestas en Irán y destacó que “el pueblo tiene poca comida, una gran inflación y ningún derecho humano. ¡Estados Unidos está vigilando!”.
En respuesta a esas declaraciones, el Ministerio iraní de Exteriores emitió un comunicado en el que le recomendó al Presidente estadounidense que se ocupará de los problemas internos y el hambre y la pobreza en su país.
Según ese Ministerio es mejor que Trump “se ocupe un poco de los temas internos de su país y de asuntos como el asesinato diario de decenas de personas en conflictos armados, tiroteos en diferentes estados de EEUU y la existencia de millones de personas sin hogar y hambrientas”.
Además, el portavoz de Exteriores de Irán, Bahram Qasemí, aconsejó a Trump dedicarse a esos asuntos, “en vez de perder su tiempo en enviar twitts vanos e irrespetuosos con otros pueblos y países”.
Rusia, estrecho aliado de Irán, advirtió por su parte este lunes de que la injerencia foránea en los asuntos internos de Irán es “inadmisible”.
La ley iraní de delitos políticos penaliza cualquier manifestación considerada “contraria a la gestión del país y sus instituciones políticas, así como a las políticas nacionales y exteriores.
21 víctimas mortales es el resultado de las violentas manifestaciones que se registran en diversos puntos del país persa.
PREVÉN APLACAR LAS MANIFESTACIONES
El principal grupo reformista iraní, presidido por el expresidente Mohamad Jatami, condenó la violencia de las protestas y denunció el apoyo de Estados Unidos a los “enemigos” del pueblo iraní.
Las protestas son las más importantes desde el movimiento de 2009 contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.
El presidente Hasan Rohani ha acusado a una “pequeña minoría” de “agitadores” de ser responsables de las manifestaciones pero aseguró que el Gobierno está dispuesto a “resolver los problemas de la población”, en particular el desempleo, que afecta al 12 por ciento de la población activa.
LOS CONSERVADORES DE EEUU APOYAN FUERTEMENTE A MANIFESTANTES IRANÍES
AFP
Los conservadores de Estados Unidos han expresado su fuerte apoyo al movimiento de protesta surgido la última semana en Irán, en gran parte como muestra de su repudio al intento de acercamiento del Gobierno de Barack Obama al régimen iraní.
En el Congreso, donde la mayoría republicana ha denunciado el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní alcanzado en 2015, los halcones antiiraníes fueron los primeros en dar la bienvenida -desde el fin de semana- a los acontecimientos en sus comunicados y tuits.
“El acercamiento de Obama aligerando las sanciones a la espera de que el régimen se volviera más moderado ha fracasado”, resumió la senadora republicana Lindsey Graham en la CBS.
“La gente no se beneficia de la reducción de las sanciones, están más encolerizados que nunca con los opresores”, dijo.
“Las manifestaciones muestran al mundo que el régimen prefiere exportar y financiar el terrorismos más allá de sus fronteras”, criticó el senador ultraconservador de Texas, Ted Cruz.
Los republicanos interpretan las manifestaciones como una rebelión contra el “reino del terror de los ayatolás”, según la expresión que utilizó Ted Cruz; “la opresión y la tiranía”, en palabras del senador Rob Portman, o el “rechazo de la teocracia”, para el experto antiiraní Mark Dubowitz, muy influyente en el Congreso.