Violencia no cede en Río tras intervención
AFP y EFE
El presidente de Brasil, Michel Temer, sumó ayer los avales de órganos consultivos del poder al decreto que deja en manos del Ejército la Seguridad en Río de Janeiro, donde la violencia no cedió en las últimas horas pese a la presencia militar.
De acuerdo con la aplicación Fuego Cruzado, que contabiliza los tiroteos en Río, entre el viernes –cuando se anunció la intervención– y la medianoche del domingo, se registraron 88 enfrentamientos –20 por encima de la media–, con 14 muertos, 21 heridos y 19 operativos policiales.
Temer justificó este fin de semana su decisión, inédita en Brasil, ante el aumento de la violencia en el estado de Río y el avance del crimen organizado que el presidente calificó como una “metástasis” que se extiende por el país.
El mandatario se reunió ayer con el Consejo de la República –creado para asesorar al presidente en episodios de crisis– y el Consejo de Defensa Nacional, que incluye a altos mandos del Ejército, así como con miembros de su Gobierno y legisladores.
La reunión se produjo horas antes de que el decreto que militariza la Seguridad de Río de Janeiro, firmado por Temer el viernes, inicie su tramitación parlamentaria que incluirá hoy su debate en la Cámara de Diputados antes de pasar al Senado, previsiblemente hoy.
El Presidente no ha concretado aún el alcance de la intervención ni los límites de actuación del Ejército en Río, que estará comandado hasta el 31 de diciembre por el general Walter Souza Braga Netto, con experiencia en tareas de seguridad durante los Juegos Olímpicos de 2016.
SE DISPARAN LAS ALARMAS
El asesinato de uno de los jefes del Primer Comando de la Capital (PCC), la organización criminal más poderosa de Brasil, disparó la alarma en el país y abrió un abanico de incógnitas sobre su muerte, que expertos atribuyen a un ajuste interno o a la guerra por el control del tráfico.
Con un tiro en la cabeza y una puñalada en el ojo, el cuerpo de Rogério Jeremias, alias “Gegê do Mangue”, el único miembro de la cúpula del PCC en libertad, fue encontrado el domingo en una reserva indígena de la región metropolitana de Fortaleza, capital del estado de Ceará.
El PCC, surgido en la década de los 90 en las cárceles de Sao Paulo, está considerado como la facción criminal más poderosa de Brasil.