Martín Vizcarra, la figura política que asumirá la presidencia de Perú
Martín Vizcarra se convirtirá en el nuevo presidente de Perú tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a un día antes de que el Congreso votara una moción para destituirlo.
Vizcarra cumplirá mañana 55 años y asumirá este desafío en medio de una crisis política que pone en vilo a este país.
En julio de 2016, Vizcarra era una figura emergente y no muy conocida en la política. En mayo de 2017 era ya un ministro que se iba del Gobierno golpeado por la misma oposición que hoy lo reclama como "salvador", según la agencia DPA.
Vizcarra, ingeniero civil con origen de clase media, nació en Lima por accidente dado que sus raíces e intereses están en el pequeño departamento sureño de Moquegua, donde creció y vivió hasta que la política lo forzó a trasladarse a la capital.
Durante gran parte de su vida, estuvo lejos de la política, dedicado al negocio de la construcción.
El giro se dio cuando en 2010, al mando de un grupo regional independiente, fue elegido gobernador de Moquegua. Su gestión recibió muchos elogios y por eso sorprendió que en 2014 se abstuviera de buscar una reelección que se suponía segura.
Parecía que la breve historia política de Vizcarra había terminado, pero en 2016 se entusiasmó con Kuczynski y lo acompañó con tal ahínco que el hoy jefe de Estado le propuso ser su vicepresidente.
Vizcarra asumió el cargo simbólico en medio de aplausos. Se especuló que sería el jefe de Gabinete ministerial, pero se le confió solo la cartera de Transporte. En ese momento se interpretó como que se le preparaba para futuras tareas más duras.
Pero resultó en un problema cuando, sin consultarlo, decidió que el Estado debería ayudar con dinero a un consorcio argentino-peruano al que se le encomendó construir un nuevo aeropuerto en la ciudad de Cuzco y después admitió que no tenía recursos para cumplir.
La oposición le saltó a la yugular. Lo acusó de pretender favorecer a privados, le atribuyó delitos que no se le pudo comprobar y recurrió a su supuesta ineptitud para sacarlo del ministerio vía la censura parlamentaria (destitución por el Legislativo). Cuando era imposible que se salvara optó por la renuncia.
Como en exilio de lujo fue enviado a Canadá, cargo desde el que guarda silencio ahora, como lo hizo hace tres meses en un primer intento de destitución de Kuczynski.
Para los analistas, Vizcarra, liberal como su líder, no mostró cintura para enfrentar a la oposición de derecha radical como ministro, por lo que no hay claridad de si podría hacerlo como gobernante. Incluso hay quienes creen que ejercería su Presidencia como un virtual rehén de la oposición, sobre todo de la que lidera la excandidata Keiko Fujimori.