Partidos y mercados evalúan las consecuencias de un próximo encarcelamiento de Lula
BRASILIA |
Partidos, analistas y mercados evaluaban hoy las consecuencias de la decisión de la corte suprema de dar luz verde a la detención del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, figura emblemática de la izquierda y favorito para las elecciones de octubre.
El exlíder sindical de 72 años, cuya figura divide profundamente al polarizado Brasil, aún no ha reaccionado al fallo emitido de madrugada por el Supremo Tribunal Federal (STF).
Pero su fuerza política, el Partido de los Trabajadores (PT), colgó en las redes un discurso de un reciente mitin en el cual Lula proclamaba: "Quieren encarcelarme para callar mi voz, pero hablaré por la voz de todos ustedes. Quieren encarcelarme y ponerme en una celda para que no pueda caminar, pero caminaré con las piernas de todos ustedes".
Condenado a 12 años y un mes de cárcel por haber recibido un apartamento de lujo de una constructora que buscaba obtener contratos en Petrobras, Lula podría ser detenido a partir de la próxima semana, una vez que agote sus últimos recursos legales formales.
Aunque su candidatura, que el PT ha dicho que defenderá "hasta las últimas consecuencias", solo debería ser invalidada a partir de agosto por la justicia electoral, que impide participar en comicios a personas condenadas en segunda instancia.
Eso podría permitir que Lula, paradójicamente, pudiera hacer precampaña entre rejas.
"La principal cuestión es saber lo que el fallo [del STF] significa para las elecciones. No está claro a dónde irán los votos de Lula. Pero vale la pena apuntar que Lula tendrá probablemente más dificultades en transferir sus votos a un candidato de izquierda desde la cárcel que si estuviera en actos de campaña", escribió la consultora Capital Economics en una nota de análisis.
"Pero lo más importante es que incluso con Lula fuera de la carrera, los candidatos promercado aún están a la zaga en las encuestas", agregó.
Los mercados celebraron sin euforia el golpe asestado a quien tiene de 36 por ciento a 38 por ciento de intenciones de voto, el doble prácticamente del segundo colocado, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, según una encuesta Datafolha de fines de enero.
El índice Ibovespa subía 1,50 por ciento a fines de la mañana y el real se negociaba a 3,31 unidades por dólar, frente a 3,34 la víspera, su mayor valor en diez meses.
El que fue el presidente (2003-2010) más popular de la historia reciente de Brasil y aclamado internacionalmente por sacar a millones de la pobreza pretendía conservar su libertad hasta agotar los cuatro grados del sistema jurídico brasileño. Pero con un apretado resultado de 6 a 5, los jueces del STF rechazaron el recurso (un habeas corpus).
Sus abogados aseguraron este jueves que el fallo fue una violación a "la dignidad" y "otras garantías fundamentales" de Lula y prometieron elevar el caso a instancias superiores. "Tenemos la firme expectativa que esta condena será revertida", dijeron Cristiano Zanin Martins y Valeska Teixeira Martins.
Temer no despega
Las desdichas de Lula no mejoran forzosamente la imagen ni el futuro del presidente conservador Michel Temer, que asumió el poder en 2016 tras el polémico impeachment contra la delfina de Lula, Dilma Rousseff, y que anunció recientemente su intención de presentarse a las elecciones de octubre.
Pero, para los fiscales de Lava Jato, la operación que reveló una gigantesca trama de sobornos centrada en Petrobras, la condena de Lula es un avance en la lucha contra la corrupción, con un objetivo final: una limpieza general de los establos de Augías en los que se ha convertido la política brasileña.
En varios pronunciamientos, los fiscales llamaron a elegir diputados sin tacha en esos comicios. Y Temer y sus principales ministros y aliados acumulan sospechas, investigaciones y acusaciones.
Según una encuesta Ibope publicada este jueves, solo un 5 por ciento de los brasileños evalúa positivamente su gobierno, frente a un 72 por ciento que lo considera "malo o pésimo".
Bolsonaro se congratuló, por su lado, por la decisión del STF y enfocó su mirada hacia las elecciones.
"Brasil marcó un gol contra la impunidad y la corrupción, pero fue apenas un gol, el enemigo aún no está eliminado", afirmó el excapitán en un video colgado en Youtube. "Tenemos que elegir este año un presidente de la República, hombre o mujer, que sea honesto, tenga a Dios en el corazón y sea un patriota que encare con seriedad los problemas de Brasil", agregó este nostálgico de la dictadura militar, que aboga por ampliar el porte de armas en Brasil.
Por el lado de la izquierda, el presidente del partido Socialismo y Libertad (PSOL), Juliano Medeiros, criticó el fallo judicial y llamó a "la formación de un frente democrático contra la escalada de autoritarismo y de violencia" en el país, evocado en el asesinato en marzo de la concejal negra de Rio Marielle Franco, que pertenecía a ese partido.