Demócratas demandan a Trump, Moscú y WikiLeaks en trama rusa
El Partido Demócrata se adelantó ayer a la investigación del fiscal especial Robert Mueller al presentar una demanda millonaria contra la campaña de Donald Trump, el Gobierno ruso y WikiLeaks por confabularse para beneficiar en las elecciones al ahora presidente en perjuicio de la demócrata Hillary Clinton.
La demanda, presentada por el Comité Nacional Demócrata (DNC, secretariado) ante un tribunal federal neoyorquino en Manhattan, alega que hubo un complot entre altos responsables de la campaña republicana con el Kremlin y el espionaje militar ruso, así como con WikiLeaks, para perjudicar a Clinton y llevar a Trump a la victoria.
“En la campaña presidencial de 2016, Rusia lanzó un asalto total a nuestra democracia y encontró un socio voluntario y activo en la campaña de Donald Trump”, aseguró en un comunicado el presidente del DNC, Tom Perez, en referencia a la llamada trama rusa.
Según Perez, eso constituyó “un acto de traición sin precedentes” en EEUU, ya que nunca antes en la historia del país había ocurrido que la campaña de un candidato estableciera una “alianza con una potencia extranjera hostil para reforzar sus oportunidades de ganar la Presidencia”.
La demanda del Partido Demócrata coincide con la investigación independiente que lleva a cabo el fiscal especial Robert Mueller, para determinar el alcance de la injerencia rusa en las pasadas elecciones, acreditada por los servicios de inteligencia del país, y si hubo complicidad con la campaña de Trump.
La investigación de Mueller también se ha ido ramificando para abordar casos de obstrucción a la justicia, testimonios falsos a los investigadores e incluso omisiones al fisco, según las demandas presentadas hasta ahora el relación a esta trama.
La interferencia del Kremlin, a través de la divulgación de documentos del Partido Demócrata filtrados por piratas informáticos rusos y por WikiLeaks, supuso una conspiración ilegal que perjudicó gravemente las aspiraciones de Clinton, según reza la demanda.
La demanda, que pide una indemnización millonaria que se debería establecer durante el proceso, también menciona al Donald Trump Jr., el hijo mayor del gobernante; a su yerno, Jared Kushner, y a Roger Stone, un asesor suyo, como acusados.
En su demanda, los demócratas se refieren a los documentos del DNC publicados por WikiLeaks desde julio de 2016, algunos de ellos coincidiendo con la Convención Nacional Demócrata, y que revelaron que el aparato del partido trató de beneficiar a Clinton frente al senador Bernie Sanders durante las primarias, entre otras cosas.
También asegura que el propio Trump, su campaña y asociados “promovieron” esta filtración de documentos.
A raíz de las primeras filtraciones del fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, el propio Trump pidió a Rusia en unas declaraciones que, de poder, obtuviera y filtrara los 30 mil correos electrónicos oficiales que habían desaparecido de un servidor privado de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
“Rusia, si me están escuchando, espero que puedan encontrar los 30 mil correos electrónicos desaparecidos (de Clinton). Creo que nuestra prensa les recompensaría con creces”, aseguró Trump en julio de 2016 en una rueda de prensa.
POLÉMICOS MEMORANDOS
Departamento de Justicia. El Departamento de Justicia de EEUU entregó ayer a los líderes de tres comités de la Cámara de Representantes los polémicos memorandos en los que el exdirector del FBI James Comey recogió con todo detalle sus conversaciones con el presidente Trump.
En una carta. El Departamento de Justicia notifica el envío de los memorandos a tres legisladores republicanos: el presidente del Comité Judicial, Bob Goodlatte; el líder del comité de Supervisión del Gobierno, Trey Gowdy, y el jefe del comité de Inteligencia, Devin Nunes.
Siete documentos. Se trata de siete documentos que Comey redactó desde enero de 2017, cuando Trump tomó posesión, hasta mayo de ese mismo año, momento en el que fue despedido por el mandatario después de que se negara a jurarle “lealtad” en la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016, que él lideraba.
Conversaciones calientes. Esos siete documentos, que detallan siete conversaciones entre Trump y Comey, son una parte central sobre la investigación de la llamada “trama rusa”, que tras el despido de Comey pasó a manos del fiscal especial Robert Mueller.
SUPUESTOS ENCUENTROS CON PROSTITUTAS RUSAS
Los memorandos, hechos públicos por la prensa estadounidense, hacen referencias al supuesto encuentro de Trump con prostitutas en 2013 en Moscú, un incidente recogido en un dossier del exespía británico Christopher Steele.
Ese dossier asegura que Trump pidió a varias prostitutas que orinaran, mientras él miraba, en el colchón de la misma suite presidencial del hotel Ritz Carlton de Moscú en la que se habían hospedado su antecesor, el expresidente Barack Obama, y su esposa Michelle.
En sus conversaciones con James Comey, Trump negó en varias ocasiones lo que él llamaba “la cosa de la lluvia dorada” y llegó a decirle que “lo de las putas no tenía sentido”, era parte de las “noticias falsas” . En febrero, Trump volvió a repetir que “lo de las putas” no era cierto, pero luego le confesó a Comey que el presidente ruso, Vladímir Putin, le dijo: “Tenemos algunas de las putas más bonitas del mundo”.