Masiva marcha reclama el fin de la represión y libertad de detenidos
Decenas de miles de personas marcharon ayer en la capital de Nicaragua, en una manifestación convocada por empresarios para exigir el fin de la represión contra los participantes de las protestas que han estremecido al gobierno del presidente Daniel Ortega.
La denominada “Marcha por la paz y el diálogo” concentró en Managua a trabajadores, estudiantes, pobladores y empresarios, con banderas de Nicaragua y vistiendo camisas blancas o negras, quienes marcharon pacíficamente entonando el himno nacional y gritando consignas contra el Gobierno y a favor de los estudiantes detenidos.
“Nicaragua te amo” se leía en algunas de las pancartas de los manifestantes, mientras otros exhibían los nombres de estudiantes muertos en las protestas iniciadas el miércoles pasado, y que han dejado 27 muertos según el Gobierno y una organización de derechos humanos.
Convocada originalmente por el poderoso Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la marcha atrajo a un conjunto de sectores disconformes con el Gobierno para apoyar las protestas desatadas por una reforma al sistema de pensiones que aumentaría las cuotas obreras y patronales.
Aunque Ortega anunció el domingo la revocatoria de la reforma, las protestas han continuado en una señal de disconformidad general con el Gobierno del líder sandinista.
Empresarios que participaron en la manifestación insistieron en que no acatarán el llamado de Ortega a dialogar si el Gobierno no cumple una serie de condiciones.
“No nos vamos a sentar en ningún diálogo mientras no se libere a todos los detenidos, mientras no cese la represión y mientras no se den las condiciones necesarias para dialogar”, dijo Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua.
El movimiento partió de una rotonda en el este de la ciudad hacia la sede de la Universidad Politécnica, epicentro de las protestas, que fue invadida la noche del domingo por policías antimotines.
“¡Asesinos!”, gritaban los manifestantes al pasar frente a las oficinas centrales de la Policía Nacional. “Es una barbaridad lo que está pasando, no puede ser que estén matando a los jóvenes”, se quejó una señora jubilada que se sumó a la marcha y pidió no revelar su nombre.
La marcha se vivió en un clima de fiesta, en contraste con la violencia desatada en manifestaciones previas, que terminaron con la presencia de fuerzas antimotines que lanzaban gas lacrimógeno y disparaban balines contra manifestantes que respondían con piedras y cócteles Molotov.
“Aquí va a haber un antes y un después, lo que está pasando ahora es la historia en movimiento. Los jóvenes le están dando una lección (al Gobierno), después de esto nada va a ser igual” en Nicaragua, vaticinó la poetisa y teóloga Michelle Najlis.
Por su parte, la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo intentó aliviar la tensión al anunciar en rueda de prensa la decisión de liberar a los detenidos en las protestas, a petición del arzobispo de Managua Leopoldo Brenes, “estableciendo las bases del diálogo”.
Reveló también que una policía murió el domingo en las protestas.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) dijo que actualizó el conteo de víctimas fatales a 26, sin incluir a la policía.
ESTADOS UNIDOS:
Pide a sus funcionarios abandonar Nicaragua. El Gobierno de EEUU ordenó ayer la partida de Nicaragua de los familiares del personal de su embajada en Managua y autorizó la salida voluntaria de sus funcionarios en ese país.
Advertencias a los viajeros de EEUU. “Los mítines políticos y las manifestaciones ocurren a diario, a menudo con poco aviso o previsibilidad”, dijo el Departamento de Estado, al actualizar su advertencia de viaje a Nicaragua “debido a crímenes y disturbios civiles”.
Solicita a la CIDH investigar los hechos. También pidió que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realice una “investigación independiente” sobre lo ocurrido.
Denuncian falta de alimentos. El Gobierno de Donald Trump volvió a advertir sobre los actos de violencia en las calles, las limitaciones para conseguir comida y combustible y los bloqueos de rutas, incluido el acceso al aeropuerto internacional.
Condenan la pérdida de vidas. Washington instó el domingo a la calma en Nicaragua, lamentando la pérdida de vidas y condenando la violencia.
SERGIO RAMÍREZ DEDICA CERVANTES A ASESINADOS
La situación de Nicaragua fue ayer la protagonista del Premio Cervantes a Sergio Ramírez, quien ha dedicado su discurso a los “asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia” y a los jóvenes que luchan para que “Nicaragua vuelva a ser República”.
Y es que la sombra de la actualidad en Nicaragua estuvo presente en los discursos del Ramírez, primer escritor centroamericano que recibe el premio Cervantes, el más importante de las letras en español, como en el del rey Felipe VI y el ministro de Educación, Cultura y Deportes español, Íñigo Méndez de Vigo.
Ramírez, con un crespón negro en su solapa y tono grave, recordó la situación de su país a su llegada al paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
Sergio Ramírez fue vicepresidente de su país desde 1985 a 1990, junto a Daniel Ortega, del que se desligó hace tiempo por su deriva autoritaria.