Cuba afirma que avión siniestrado tenía la documentación en regla
La Habana y México
Las autoridades cubanas aseguraron ayer que el avión accidentado el viernes en La Habana, en el que murieron 110 personas, tenía toda su documentación en regla y que su propietaria, la compañía mexicana Global Air, era la encargada del mantenimiento.
El ministro cubano de Transporte, Adel Yzquierdo, precisó que “toda la documentación para que volara el avión está en manos de las autoridades” de la isla, y especificó que Cubana de Aviación había alquilado el aparato accidentado “hace menos de un mes”.
Yzquierdo dijo en una rueda de prensa que la madrugada de ayer recuperaron en buen estado la caja negra que graba las voces en cabina y que en las “próximas horas” esperan encontrar el segundo de estos dispositivos, en el que se registran los datos de los aparatos de vuelo.
El Boeing 737-200 que se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto de La Habana, pertenecía a Global Air y era operado en régimen de alquiler por Cubana con un contrato que estipulaba que del mantenimiento de la aeronave debía encargarse la aerolínea propietaria.
Las revisiones técnicas anuales de los aparatos de Global Air dependen de la Dirección General de Aeronáutica Civil de México y el avión accidentado superó la última en noviembre de 2017.
Según el alto funcionario, “es habitual, y no un hecho aislado” que Cuba alquile aviones a distintas compañías, ya que se trata de un sistema “conveniente”.
Además, subrayó que el país caribeño encuentra dificultades para adquirir aviones en propiedad debido al embargo financiero que EEUU mantiene desde hace casi seis décadas sobre la isla.
“Tenemos que rentarlos”, señaló el funcionario, y apostilló que en Cuba operan aviones arrendados “de más de un continente”.
La comisión técnica que investiga el accidente del viernes quedó constituida poco después del siniestro y está encabezada por el presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de la isla, José Armando Daniel.
Las autoridades cubanas permitirán la llegada desde EEUU de expertos de la compañía Boeing, fabricante del aparato, así como de peritos de las empresas aseguradoras y otros especialistas internacionales que recibirán “todas las facilidades para que cumplan su trabajo”, concluyó Yzquierdo.
Cubana de Aviación aseguró el pasado 6 de abril que operaba con normalidad y mantenía las rutas y frecuencias programadas en sus destinos”, después de que se suscitara en las redes sociales inquietud por la supuesta paralización de sus vuelos nacionales por falta de aviones en condiciones de operarlos.
El director general de Cubana, Hermes Hernández Dumas, dijo entonces que la aerolínea tiene una estrategia hasta el año 2022 que incluye la mejora de su flota “para garantizar una mayor estabilidad de las operaciones” y avanzó que este año se incorporarían “dos nuevas naves que operarán fundamentalmente en los destinos nacionales”.
También aseguró que el embargo de EEUU imposibilita la compra de piezas para reparar los aviones de Cubana -la mayoría de fabricación rusa- porque la mayoría de los fabricantes emplea componentes de ese país.
Luchando por sus vidas
En el hospital Calixto García de La Habana, las tres mujeres sobrevivientes, en estado grave, seguían siendo motivo de preocupación.
“Por el momento es un pronóstico reservado y su estado es de peligro”, dijo a la televisión cubana el médico Carlos Martínez, director del hospital. Otra fuente médica dijo a la AFP que en algunos casos se necesitaron de hasta ocho cirugías para salvar a una paciente.
110 personas murieron
en el accidente aéreo pocos instantes después partir del aeropuerto de La Habana.
MÉXICO
Expiloto había denunciado fallas
Marco Aurelio Hernández, un expiloto de la compañía mexicana Global Air, había denunciado a las autoridades que en varias ocasiones voló en aeronaves con problemas técnicos.
En una entrevista con el diario Milenio, Hernández dijo que informó a los propietarios de esta aerolínea de las irregularidades de las naves que le tocó conducir, sin obtener respuesta alguna.
Denunció que en varias ocasiones debió usar aviones con llantas ponchadas, voló por Suramérica sin radar, los motores fallaron en algunos vuelos y los mecánicos se quejaban de falta de materiales de repuesto.