Muerte violenta de 8 personas en Nicaragua complica diálogo
Managua
Ocho personas murieron ayer en ataques armados en Managua elevando a 178 los muertos en dos meses de violentos reclamos por la renuncia del presidente izquierdista Daniel Ortega y complicando el frágil diálogo entre el Gobierno y la oposición.
Seis de los fallecidos eran miembros de una familia cuya casa del barrio Karl Marx fue incendiada por un ataque con bombas molotov de un grupo de encapuchados armados, informó la Policía en un comunicado.
Dos habitantes de la casa sobrevivieron lanzándose desde un balcón, una mujer que está en estado grave y un niño que ingresó a un hospital con quemaduras, según de vecinos.
La masacre fue repudiada por la oposición y el Gobierno. Ambas partes se acusaron mutuamente de los ataques al reanudarse las deliberaciones de la mesa de diálogo instalada el viernes, con la mediación de los obispos. “Este acto de terror es un crimen de lesa humanidad y no puede quedar impune”, condenó por su parte el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en Twitter.
“Una vez más policías, parapolicías y turbas afines al Gobierno fueron protagonistas de ataques”, denunció Michael Healy, un vocero de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia que agrupa a grupos civiles, estudiantes, empresarios y campesinos que buscan que Ortega deje el poder.
El canciller de Nicaragua Denis Moncada negó de su lado responsabilidad en el ataque y acusó a los manifestantes que están en las barricadas.
Además del incendio, dos empleados de la Alcaldía de Managua fueron atacados por encapuchados cuando intentaban despejar una carretera que había sido bloqueada, según la Policía.
La mesa de diálogo acordó ayer discutir desde el lunes un calendario de reformas políticas que incluye adelantar las elecciones de 2021 a marzo de 2019, informaron los obispos católicos que median las conversaciones.
El diálogo “abre la posibilidad, al menos teóricamente, de tratar el tema de la democratización”, cuyo alcance dependerá de la voluntad de Ortega de cumplir con los acuerdos, afirmó Enrique Sáenz, un disidente del gobernante sandinismo.
El plan contempla trabajar en la separación de los cuatro poderes del Estado, actualmente controlados por aliados de Ortega, principalmente el Consejo Supremo Electoral.
RESISTENCIA
Dos meses de protestas
El diálogo iniciado el viernes transcurrió en medio de constantes ataques de fuerzas policiales y paramilitares contra barrios capitalinos en donde se han levantado barricadas, aseguran sus habitantes.
En la madrugada de ayer se produjeron choques en León, Tipitapa y Masaya.
La oposición advirtió que seguirán cortando las rutas con barricadas hasta que cese la represión y Ortega renuncie.