Nicaragua invita a la ONU y la CIDH a investigar violencia
Nicaragua invitó a organismos internacionales de derechos humanos para investigar la violenta represión de manifestantes, que ha dejado 187 muertos en dos meses, informó ayer la Iglesia católica, que media en el diálogo entre el Gobierno y la oposición.
La invitación a esos organismos es un requisito exigido por los obispos católicos para reanudar el diálogo en busca de una salida a la crisis política en Nicaragua.
“La Unión Europea, el Alto Comisionado de las ONU para los Derechos Humanos y la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) han informado a los Obispos de Nicaragua haber recibido oficialmente las respectivas invitaciones del Gobierno”, publicó en Twitter Silvio Báez, arzobispo auxiliar de Managua.
El organismo de la ONU confirmó en un tuit “que ha recibido la carta del Gobierno (nicaragüense) otorgándonos acceso al país”.
“Nuestro equipo está coordinando la logística para dicha visita y prontamente informaremos los detalles”, dijo la entidad.
El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abräo, informó que un “equipo técnico del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua llegará a Managua el próximo martes con la tarea de acompañar a la Comisión de Verificación y Seguridad de la Mesa de Diálogo y apoyar la sociedad civil”.
Anunció que llegará a Nicaragua el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que la CIDH y la OEA formaron en mayo pasado para apoyar las investigaciones sobre la violencia ocurrida en las protestas antigubernamentales.
La presencia de expertos de la ONU, la CIDH, la Unión Europea (UE) es uno de los compromisos que el Gobierno asumió el pasado viernes con la oposición en el diálogo que sostienen desde mayo para buscar una solución a la crisis que vive el país desde hace dos meses.
El retraso del Gobierno en invitar a las organizaciones provocó que la opositora Alianza Cívica, integrada por estudiantes, empresarios y sociedad civil, abandonara este lunes la mesa de diálogo.
Los expertos de los organismos internacionales apoyarán el trabajo de la Comisión de Verificación y Seguridad que el Gobierno y la oposición crearon en el marco del diálogo para avanzar en la pacificación del país.
Resistencia
Barricadas de adoquines, casas quemadas, luto, dolor y pánico: la combativa ciudad de Masaya, en el sur de Nicaragua, resiste al asedio de las fuerzas del Gobierno de Daniel Ortega, en una escalada de violentas protestas que dejan 187 muertos en dos meses.
Entre el llanto y la indignación, familiares y vecinos enterraron a las tres personas que murieron el martes en la incursión de antimotines y paramilitares a esta ciudad ubicada 35 kilómetros al sur de Managua, que el lunes se declaró en rebeldía para exigir la salida del poder de Ortega.
“Esto está horrible. La gente se está muriendo por este Gobierno que no se quiere ir”, dijo Ramona Alemán, ama de casa de 40 años, en un cementerio de Masaya donde sepultaron a Marvin López, muerto en una trinchera de un disparo en la garganta.
En algunas zonas de la ciudad se escuchaban aún disparos de balas y el estallido de morteros.
Camionetas de antimotines con pasamontañas recorren el casco central, pero en los barrios de la periferia aún muchos pobladores permanecen atrincherados en las barricadas.
“GOBIERNO AUTOCRÁTICO”
Exguerrillero de la revolución sandinista que ostentó la presidencia de 1979 a 1990, Daniel Ortega volvió al poder en 2007 y es acusado de nepotismo, de controlar los diversos poderes del Estado y de instaurar, con su esposa Rosario Murillo, la extravagante vicepresidenta, un Gobierno autocrático y corrupto.
MASAYA. ESCOMBROS Y CASAS QUEMADAS
Escombros del hotel Masaya y de algunas casas quemadas ayer eran levantados por habitantes. Una mujer en bicicleta mostró tres casquillos de fusil que recogió en el camino.
Casi todos los negocios en Masaya están cerrados por el temor a nuevos ataques, pero hay unos pocos que se arriesgan porque, dicen, si no trabajan, no comen.